En  1985 se instauró el sistema de Evaluación de la Calidad de la Educación (SIMCE) con el fin de disponer de información respecto de los resultados del aprendizaje de los estudiantes.

Revisa también: El efecto de la pandemia y la migración

Es a partir del año 1988 cuando se decide instalar el SIMCE como sistema externo de evaluación, para proporcionar información sobre los niveles de logro alcanzados por los estudiantes de 4º y 8º básico y de 2º año medio en las asignaturas de lenguaje y matemáticas. Luego de décadas de aplicada de la prueba SIMCE, todo parece indicar que nuestra educación está fuertemente segregada. Es decir, se ha observado que su calidad está condicionada al nivel socioeconómico de las personas o del grupo familiar.

Tomando conocimiento de la realidad nacional, junto a un colega de la Universidad de Valencia, nos dispusimos a determinar cuáles podrían ser los factores que determinan el resultado del puntaje SIMCE de los alumnos de cuarto básico para 31 establecimientos, de distintas categorías, de la comuna de Copiapó (ver tabla). Recurrimos a la base de datos de los resultados del SIMCE 2005-2014 que nos proporcionó la Agencia de la Calidad de la Educación.

Los factores que escogimos como posibles determinantes del puntaje SIMCE de lectura y matemática fueron: el promedio de escolaridad del padre y de la madre, la cantidad de libros en el hogar, el porcentajes de alumnos con internet en el hogar, el porcentaje de alumnos que han repetido, el números de integrantes en el hogar, la tasa alumno profesor y el grupo socioeconómico.

Los resultados del estudio son verdaderamente reveladores. Se encontró que, de todos los factores analizados, tres de ellos están asociados al puntaje SIMCE. Es decir, a mayor nivel socioeconómico, mayor es el puntaje obtenido. Esto confirma la mejor predisposición al éxito académico de los alumnos situados en un mayor escalafón social y económico. A mayor repitencia en los establecimientos menor es el puntaje SIMCE. Un incremento en el uso de internet en el hogar, eleva el puntaje SIMCE. Lo que supondría la necesidad de aumentar la conectividad en los hogares de los alumnos.

Desde el punto de vista social, que la educación está supeditada al nivel socioeconómico de los hogares, trae consigo serias limitaciones al crecimiento y desarrollo económico de nuestro país. Una educación segregada profundiza la desigualdad. Limita las expectativas de las personas y la calidad de vida.

La educación libera a los individuos de los dogmas y los hace libres.