Con orgullo escuchamos el pasado 21 de Mayo el anuncio presidencial de la inscripción automática y el voto voluntario. Hemos contribuido a posicionar esta medida en la opinión pública y más aún en la elite política, con nuestras campañas de voto libre. Si bien el debate académico y las encuestas se muestran favorables a esta fórmula, son algunos sectores de la oposición los que en el último tiempo han echado pie atrás a sus compromisos de campaña y han manifestado nuevas excusas para no aprobar el proyecto.

Nuestro sistema electoral actual es prácticamente predecible y carente de incertidumbre, lo que consolida a los políticos tradicionalistas. Implementar la inscripción automática y el voto voluntario, no solamente otorga el derecho ciudadano a más de 4 millones de jóvenes, sino que rompe el status que en el cual los políticos pueden estar seguros que con el actual padrón serán electos.

Con la inscripción automática y el voto voluntario, obligarán a los políticos a reorientar los focos de interés y preocuparse mucho más de los jóvenes, terminando con el círculo vicioso que tenemos en la actualidad donde los jóvenes no participan de la política porque no les ofrecen algo interesante y donde los políticos no se preocupan de los jóvenes porque no votan.

Finalmente esperamos que el interés nacional sea más importante a los intereses mezquinos de algunos, permitiendo que la inscripción automática y el voto voluntario sean una realidad en las próximas elecciones municipales de 2012.