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Chile, como dice Andrea, quiere moverse hacia un estado de bienestar. Dicho de un modo coloquial: ¿Qué chilena y chileno no quieren apuntar a ser Suecia? Creo que muy pocos, inclusive en las trincheras electorales de nuestros líderes políticos. Hoy esta discusión está ardiente a semanas del plebiscito, polarizada, con las famosas fakes news, y esencialmente hermenéutica de lo que entendemos e interpretamos o no, sobre los postulados y escenarios de la propuesta constitucional.

El estudio "Estimaciones del costo fiscal de la propuesta de nueva constitución [9]" es un trabajo realizado por un grupo de destacados economistas de universidades y centros de estudios del país, cuyo propósito es estimar el costo de la implementación del texto propuesto, en un horizonte de 10 años. 

Las preguntas que intentan contestar este trabajo, son posiblemente una conversación ausente o menos visitada en el debate actual, pero fundamental de abordar y entender. Y aunque le suene extraño, va mucho más allá del resultado del 4 de Septiembre. Porque lo que estamos meridianamente claros, es que Chile tendrá una nueva constitución gane apruebo o rechazo, y ella, tendrá en su ADN una agenda de derechos, los cuales como cada lector puede comprender a raíz de sus propia experiencia de vida cotidiana, debe traer de la mano, un gran proyecto, mejor dicho un gran pacto social (ojalá el más responsable, audaz e imaginativo) que permita materializar, a través de una agenda potente de crecimiento e impuestos en horizonte de dos décadas o más, lo que dicte la nueva carta magna. 

Los invitamos a ver la conversación con Andrea, la cual creemos, es un real aporte a la calidad de nuestras conversaciones:

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