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La Región de Atacama es una de las zonas con mayor producción de uva de mesa en el país. Toneladas de estos alimentos son generadas por temporada, por lo que es una importante actividad económica para el sector.

No obstante, los productores sufren con los constantes robos a los predios. No sólo de la fruta, también de los insumos que permiten su extracción. El robo no sólo afecta a la uva, también a los bidones de plaguicidas, que son vendidos en el comercio informal.

Por lo mismo, diversos municipios y empresarios de la zona, han solicitado a las autoridades regionales y al personal policial, un mayor control sobre estos ilícitos, que pueden dejar con pérdidas por sobre los $20 millones de peso a cada productor.

De acuerdo a El Mercurio [14], las solicitudes tienen directa relación con la instalación de cámaras de seguridad, más vigilantes, mejoras en los cercos y drones en las cerca de 6 mil hectáreas sembradas en la zona.

Según los productores y testigos de los atracos, los delincuentes llegan en camionetas a los predios y en una jornada pueden sustraer cerca de una tonelada de uvas.