Una organización del futuro con dignidad

Una organización del futuro con dignidad

15 Diciembre 2020

No ha sido en vano la lucha de nuestros jóvenes por un país mucho mejor, quienes han instalado fuertemente la palabra “Dignidad”. Jóvenes que han sido tratados como fuimos tratados en los años 80 y con una justicia a la misma altura de los años 80.

José Luis Silva... >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Estamos terminando el año, a lo mejor todos algo exánimes. Se va un año que ha tenido de todo en distintos contextos. El estallido social y la pandemia que hemos tenido que sortear con mucho tesón y que ha dejado víctimas a quienes expreso el más profundo honor y respeto. Ha habido de todo, a veces nos alegramos, sufrimos, perdimos, a veces ganamos, tuvimos rabia, sanamos, tuvimos ansiedad, miedo, pena por no creer en ninguna institución o creer en muy pocas, preocupaciones por quienes no les llega la ayuda y por la inoperancia de quienes debieran entregarla, por las mentiras de los medios quienes debieran ser objetivos, por el engaño a nuestros compatriotas, por el abuso de quienes debieran resguardarnos, por los juzgados y no juzgados, pero que debieron serlo y también, por los que debieron hacer justicia y no la hicieron. Ahí, quedarán en nuestro inconsciente.

Revisa también: ¿Y la conciencia sostenible?

Pero creo que a pesar de aquello, ha habido cosas nobles. No ha sido en vano la lucha de nuestros jóvenes por un país mucho mejor, quienes han instalado fuertemente la palabra “Dignidad”. Jóvenes que han sido tratados como fuimos tratados en los años 80 y con una justicia a la misma altura de los años 80, cuando pensábamos que habíamos avanzado. Es algo triste, pero solucionable apenas aparezcan personas inteligentes, sin sesgos ideológicos y capaces de resolverlo. Sólo tenemos que buscarlos.

Ese legado del cual me refiero los hace inmortales, nobles, decentes, dignos y cuyo legado debemos dejar plasmado en nuestra nueva constitución, por lo que tenemos un sublime desafío que expresar en nuestra nueva carta magna y que la gran mayoría anhelamos. El mismo Maturana aducía en el año 2015 en el diario La Tercera, que "La gente sale a la calle cuando siente que algo de su dignidad se está violando".

Pero que es Dignidad? Según algunas de las acepciones de la RAE, la definen como la cualidad de digno, excelencia, realce o la gravedad y decoro de las personas en la manera de comportarse, entre otras. Desde la perspectiva filosófica podría ser un concepto de la conciencia moral, que expresa la noción del valor de la personalidad, categoría de la ética que refleja la actitud moral del individuo hacia sí mismo y de la sociedad hacia él. Y desde la perspectiva social, la que indica el respeto y la estima que todos los seres humanos merecen y se afirma de quien posee un nivel de calidad humana irreprochable.

Ahora, una segunda pregunta sería. Y esto, se podrá incorporar a nivel organizacional?. Bueno, el concepto ya está posicionado, pero hoy más que nunca se debe fortalecer. Siempre he pensado que las empresas que quieran rentabilizar sus negocios pueden hacerlo sin problemas pero no a toda costa. Así, como lo he planteado en algún momento cuando me refería a la gestión de la felicidad, en este caso, se podría hacer la misma analogía, pues no es considerado favorable rentabilizar negocios cuya decisión estratégica fue invertir en un país más pobre, destrozar la naturaleza y dignidad de todas las personas que allí viven y luego, volver a nuestro país, multimillonarios. Bueno, eso es típico de los súper gerentes del siglo pasado avalados por súper directorios del siglo pasado, con ciertos resabios del estilo de empresa del siglo pasado.

Aunque suene algo común, en las organizaciones las personas debieran acceder a los derechos y obligaciones que se generan como cualquier grupo social, incluyendo una vida digna, con honor, una buena reputación y sin ultrajes, no importando su pensamiento, ideología, discapacidad, orientación sexual o religión.

Muchos liderazgos han reconocido la importancia de la dignidad humana como un pilar, potenciando el desarrollo de una cultura de la dignidad. Esto, indudablemente pretende fomentar el compromiso y la confianza, lo que trasuntará favorablemente en la resolución de conflictos a nivel organizacional. Esto, no es fácil, pero si tú cambias y eres valiente, cambia el entorno. En un estudio del área de la salud de Lindwall y Lohne (2020), expresan que profesionales sanitarios experimentan constantemente conflictos internos de valores cuando son testigos cómo otros cuidadores violan la dignidad del paciente. Las autoras refuerzan la idea de que la voluntad de hacer bien las cosas, incluye el coraje para intervenir y prevenir la degradación de la dignidad de los pacientes o cuidadores.

Hicks y Waddock (2016) apuntan que a nivel organizacional los elementos claves de la dignidad están reflejados en la aceptación de la identidad de las personas, el reconocimiento, la gratitud, la inclusión, la seguridad física y psicológica, la equidad, la independencia, la comprensión, el beneficio de la duda y la responsabilidad de asumir cambios en conductas hirientes. Un noble modelo que puede estar alineado para la organización del futuro, y que no tiene que ver con tecnologías, ni herramientas súper sofisticadas, ni con súper gerentes, ni con súper directorios. Sólo con las personas y con cosas sencillas que podrían de alguna manera llevarnos hacia una vida más placentera.

Revisa también: Sostenibilidad para la felicidad