Tomar Parte: ¿Estás realmente participando y con ético compromiso?

Tomar Parte: ¿Estás realmente participando y con ético compromiso?

22 Junio 2011

La suma de la acción individual, el aprovechamiento que cada sujeto haga de las oportunidades abiertas, también influirá en el signo general de la puesta al día de nuestra sociedad.

Verónica Zamorano >
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Un término clave dentro de todas las palabras que diariamente usamos es la de participación y su verbo participar, pero en el origen real de su significado que es “tomar parte”. No muchos, la verdad sea dicha, podrían asegurar que están realmente participando o tomando parte convencidamente y con ético compromiso.

Uno de los errores de algunos pensadores que han pretendido salvar al hombre, convertirlo en un huésped de un paraíso terrenal, radica según el parecer, en que no han tenido en cuenta la dimensión individual del hombre y su inclinación esencial a las pasiones. Es cierto que la sociedad forma, educa, impone una relación, pero, por ejemplo, ¿puede una sociedad solidaria evitar automáticamente la envidia, la ambición, la intriga, la ingratitud o la inconformidad, la indiferencia o el des comprometimiento?

Quizás algunos piensen lo contrario. A veces, el mayor obstáculo del cambio hacia el mejoramiento humano está en que existen ideas que no aceptan que haya que mejorar a las personas o a la sociedad, ni atraerlas a la participación de las metas colectivas, porque, de por sí, como en un acto robótico, se corrigen, se adjuntan o se integran.

Ahora bien, si las actitudes negativas parten de la subjetividad, también la anuencia, la aceptación del perfeccionamiento y sus urgencias tiene un componente en lo subjetivo, allá en lo más individual de los individuos: la conciencia.

Y si así fuera, la ética —ética de la participación— tiene por tanto que estar en el punto de partida del mejoramiento. Porque la ética, el saber por qué se ha de actuar ajustado a estos principios y a tales normas, o por qué el vivir en sociedad obliga a ciertos compromisos, es el foco que concierta, organiza e impulsa la colaboración solidaria, para ayudar a cambiar las circunstancias y parejamente a los demás, y en el proceso de cambio cambiar uno mismo. Este es el juego dialéctico, complicado y simple: cambiar cambiando; cambiar aquello, cambiándonos también para luego resultar, junto con todo, mucho más mejorado.

Hemos de ver, por consiguiente, cómo el perfeccionamiento social implica una toma de conciencia, un «tomar parte» que corrija las percepciones que quizá se deformaron en la imparcialidad de muchos de nosotros. Vayamos a encararnos éticamente en lo interno. Y empecemos a aceptar que ya será una actitud innoble creer que de mí depende muy poco, o que habré de seguir «luchando» con los trucos de una participación aparente.

De cada uno de nosotros, dependerá mucho, si no todo. Y la suma de la acción individual, el aprovechamiento que cada sujeto haga de las oportunidades abiertas, también influirá en el signo general de la puesta al día de nuestra sociedad. Puesta al día que es como decir conducirla a más justicia, porque será más participativa y más efectiva al fortalecer los lados de un centro fuerte, aunque no unipolar. Por ahora, no conozco nada que convierta las quejas y las necesidades en obras y soluciones, salvo la participación consciente y en la estrategia donde cada uno tendrá responsabilidad por sí mismo y por la sociedad de la que es parte.

FOTO: http://hoacorihuelaalicante.blogspot.com