La sociedad civil a la que pertenecemos es aquella que tiene entre sus funciones, ver, pensar y actuar para producir efectos frente al Estado y al Mercado, donde  los verdaderos protagonistas de los acontecimientos políticos, económicos y culturales deben ser las organizaciones de sociedad civil y entre ellas las organizaciones sindicales que representan las aspiraciones y demandas más sentidas de l@s trabajador@s.

Las organizaciones sindicales forman parte de la sociedad civil, capaz  de hacer historia y con conocimientos disponibles para estrechar vínculos con otras organizaciones y, por supuesto, con el resto de la sociedad.

Entre más se profundice la participación sindical, en la búsqueda de soluciones a los múltiples problemas que como colectivo nos afecta, más confianzas, unión, respaldos ganaremos, solo así la sociedad civil podrá entender el verdadero significado del sindicalismo y de los valores que representa, así como entender que su misión es edificar, que el estado la buscara en momentos difíciles y que el mercado no puede vivir sin ella; sin embargo en el actual modelo económico de libre mercado se tiende a  desvirtúa la  identidad de la sociedad civil y se altera su autonomía.

En algunas ocasiones suele mirarse a la sociedad civil organizada con recelo y prevención, algunos gobiernos no comparten que se vaya generando creencias comunes en grupos de la sociedad que lo cuestionan y que  dan voz a sectores marginados que de no ser así permanecerían invisibles, a todos ellos el sindicalismo le presta servicios como formación, orientación jurídica para evitar que sean aislados o discriminados, conocimiento de sus derechos pero también de sus deberes,  promoción de los derechos humanos, como el derecho a salud digna , a educación de calidad y el derecho de contar con un medio ambiente protegido, así como otras tantas iniciativas que buscan lograr un mundo más equitativo y solidario.

Para el Departamento de Genero y DDHH de la Cut Provincial, impulsar  la participación de la sociedad civil es tan necesario, como la formación y preparación de los futuros líderes, el asumir  compromiso, el adquirir sentido de pertenencia y el  poseer el valor del respeto por la dignidad de la persona, incrementar estas tareas no solo forma al sindicalista sino que nos enseña mejores prácticas para el manejo de los problemas sociales, nos crea sensibilidad por las aflicciones de la gente, además nos legitimamos y captamos la aceptación general, tales cometidos los asumimos y es bueno divulgarlo, como en el  caso de quienes trabajan en sus organizaciones sindicales pero además en juntas comunales, asociaciones de padres, organizaciones de mujeres, de juventud y otras. La sociedad civil en su conjunto debe enterarse de esto.

Los sindicalistas deben abordar diferentes temas, con mirada pluralista y multicultural,  con capacidad de transmitir los conocimientos adquiridos como vía de mejorar la vida, en el entendido de que vivimos en espacios de variadas dimensiones donde los escenarios se modifican constantemente y donde se necesita respuestas oportunas y constructivas en pos de lograr una sociedad civil participativa e inclusiva donde se valore en su justa medida el aporte de las organizaciones sindicales en la edificación del país que queremos.

La mejor organización sindical es en la que cada uno de nosotros pese a la diferencia de pensamiento participa activamente y propone soluciones.