Que no le pasen gato por liebre: Recomendaciones para comprar carne en buen estado

Que no le pasen gato por liebre: Recomendaciones para comprar carne en buen estado

09 Septiembre 2013

Hay que ser muy cuidadosos con la compra, porque todavía existen locales inescrupulosos que sólo piensan en vender y que son capaces de entregar carne descompuesta a sus clientes.

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Un panorama recurrente previo a las fiestas patrias son las largas filas de personas esperando por ser atendidos en la carnicería, es que el chileno no concibe pasar el 18 de septiembre sin un contundente asado

Pero ojo hay que ser muy cuidadosos con la compra, porque todavía existen locales inescrupulosos que sólo piensan en vender y que son capaces de entregar carne descompuesta a sus clientes. Por esto, Claudio Vega, jefe de carrera de la Escuela de Gastronomía, Hotelería y Turismo de AIEP nos entrega los siguientes consejos para llevar a nuestro hogar carne en buen estado y no pasar malos ratos:

  • La carne no tiene que haber pasado de su fecha de vencimiento para estar en mal estado, el principal indicador de la frescura del producto es el color. En condiciones óptimas las carnes de aves deben ser de color blanco, rosada o de un amarillo muy claro. El cerdo crudo debe tener un tono rosado. La carne picada fresca envasada al vacío, la cual se mantiene a partir del oxígeno, debe ser roja media púrpura. Contrario a la creencia popular, el hecho de que carne picada de ternera se vuelva marrón, no significa que sea mala, es así. Por su parte, la carne de los animales adultos será más oscura que la de los animales jóvenes, lo que no significa que esté mala.

  • Por ningún motivo compre pollo de color café o con manchas oscuras. La carne de mamífero no puede estar con tonos verdes, cafés o negros, estos colores son señal de mal estado.

  • Compruebe la fecha de caducidad de la carne envasada, si está vencida o le falta un día por vencer mejor no la compre. Si el envase no tiene fecha de caducidad, lote y fecha de envasado tampoco lleve ese producto. No importa que tan buena esté la oferta, primero está la salud.

  • El olfato también es un buen fiscalizador. No hay que comprar carne roja con olor desagradable, tampoco se debe consumir carne roja que tenga fuerte olor a grasa. El pollo es más fácil de identificar su mal estado porque emana un aroma putrefacto que es casi imposible no sentir. Ante cualquier duda con los olores de los productos mejor no comprar.

  • Para notar la frescura de las carne, ésta debe estar firme al tacto, no consuma carne con textura viscosa, tal condición indica que el producto tiene hongos o bacterias creciendo en ella.