“Nuestro país está marcado por tener una de las dinámicas geológicas, vulcanológicas, oceanográficas y climatológicas más activas del planeta. Ello hace que estemos expuestos en forma permanente a riesgos naturales que en su mayoría no podemos controlar pero si prevenir en términos de su impacto mitigando sus consecuencias, lo que se traduce en la posibilidad de salvar vidas”.

Son las palabras del Elir Rojas Calderón, presidente del Colegio de Geógrafos de Chile A.G. quien se desempeña como asesor parlamentario en materias ambientales.

Con una larga trayectoria, marcada por el trabajo en terreno vinculado al desminado humanitario, este geógrafo profesional hoy expresa la preocupación de su gremio por el impacto que han tenido fenómenos climáticos como las recientes lluvias en el norte del país.

"Las geógrafas y geógrafos de Chile a través de nuestra acción profesional manifestamos la necesidad de actualizar las normas jurídicos e instrumentos de planificación territorial que permiten administrar o gestionar las crisis y catástrofes según señalado claramente en la Ordenanza General de La Ley General de Urbanismo y Construcción (OGUC) que reconoce y otorga la categoría de “profesional especialista” a los Geógrafos, entre otros profesionales para elaborar “estudios de riesgo” ambientales no solo naturales sino también por efecto de la acción del Hombre”.

"Ello nos habilita desde el punto jurídico reiterar que los problemas que se presentan al producirse las “catástrofes”, se deben simplemente a la mala practica de no respetar lo estipulado en la norma que son las áreas de riesgo definidas en las disposiciones complementarias de la misma OGUC" añade el profesional.

Elir Rojas hace alusión a que la Ordenanza General de Urbanismo y Construcción define como áreas de riesgo principalmente cuatro tipos a saber: zonas inundables o potencialmente inundables, zonas propensas a avalanchas, rodados, aluviones o erosiones acentuadas, zonas con peligro de ser afectadas por actividad volcánica, ríos de lava o fallas geológicas y zonas o terrenos con riesgos generados por la actividad o intervención humana.

“Lo ocurrido en el norte de Chile pasa porque no se respetaron como zonas de riesgo aquellas referidas a terrenos generados por la actividad o intervención humana ya que son el este tipo de lugares en donde la población ocupando áreas que correspondían a antiguos lechos de ríos o zonas de piedemonte expuestas fuertemente a la erosión, casi sin vegetación y con una fuerte pendiente, lo cual causó la brusca aceleración de las aguas lluvias”.

En consecuencia, el Colegio de Geógrafos de Chile expresa a través de su presidente, su preocupación por la falta de aplicación y cumplimiento de normas básicas definidas en el ordenamiento jurídico del país y hace un llamado a los actores estatales y privados a cumplir con la norma que define las “áreas de riesgo”

Cabe recordar que el Decreto Nº 104 de 1977 establece Disposiciones permanentes para casos de sismos o catástrofes “las cuales no han sido del todo observadas y además actualizada la norma” nos indica el presidente del Colegio de Geógrafos de Chile.

Añade que “la excesiva centralización en la toma de decisiones en nuestro país agrava aún más la crisis por cuanto hoy no existe una adecuada coordinación entre el nivel central, los gobiernos regionales a través de los SEREMI y los municipios por cuanto estos últimos fijan sus prioridades de acuerdo a las necesidades contingentes y no a criterios político-administrativos del gobierno de turno”.

Lo ocurrido -dice Rojas- “debe llevarnos como sociedad a replantear de manera urgente el sistema de manejo emergencias en Chile"