Fundación Chile enfrenta próximos desafíos hídricos

En los países de América Latina cada 30 o 40 años, se han hecho cambios relevantes en las leyes de aguas y en las organizaciones públicas y privadas a cargo de su gestión. Ello se debe a que esos sistemas se atrasan en adaptarse a los cambios producto del incremento exponencial de la demanda de agua y cambios de clima. En esta línea, Axel Dourojeanni, experto senior del área de Sustentabilidad de Fundación Chile, se refirió a las condiciones para orientar las reformas del sistema de gestión de agua en Chile.

Según explicó, “muchas veces las propuestas de reformas sólo se manifiestan como expresión de inconformidad de cada uno que juzga las situaciones. Se plantean así “cambios profundos” a los sistemas imperantes, de acuerdo al criterio de algunos, en lugar de proponer modificaciones precisas que puedan para alcanzar metas acordadas”. En esta línea, señaló que lo primero que se debe hacer es “partir por consensuar sobre los principios que regirán dichos cambios para luego determinar cómo alcanzarlos”. Indicó que es también fundamental identificar en este proceso qué problemas son originados por la legislación vigente y cuáles son exclusiva responsabilidad de la debilidad del sistema institucional público y privado.

Axel aseguró que los principios usualmente abarcan tanto aspectos esenciales; tales como garantizar agua a la población, alcanzar la equidad en el acceso al agua y conservar los ecosistemas acuáticos; otros operacionales como señalar que la cuenca es la base territorial para gestionar el agua con participación público, privada y de la sociedad civil; que es esencial disponer de sistemas de información o que permitirá que la legislación se adapte a las realidades de cada región y cuenca. Otras son de carácter instrumental como lograr el auto financiamiento de la gestión del agua. En este escenario, Fundación Chile ha hecho numerosos aportes tendientes a lograr alcanzar dichos principios que en gran parte son universales.

El experto de Fundación Chile dijo que “el deseo de modificar la legislación hídrica representan una oportunidad única para mejorar pero también implica un riesgo si no se hace en forma adecuada. Chile tiene la oportunidad de tomar liderazgo en Latinoamérica en sistemas de gestión del agua si hace bien la tarea. Si no se logra discernir que es responsabilidad del código, muy singular por cierto, y que no lo es, los resultados pueden no ser los esperados. Cabe finalmente recordar que la lista de problemas que enfrenta Chile por el agua no difiere mucho de lo que pasa en países del mundo con legislaciones muy diferentes: contaminación, sobre explotación de acuíferos, sequías, pérdida de glaciares, inundaciones, son un desafío común”.