Discapacidad y Juegos Parasuramericanos: ¿Estamos TODOS incluídos?

Discapacidad y Juegos Parasuramericanos: ¿Estamos TODOS incluídos?

28 Marzo 2014

La Presidenta Bachelet, inauguró, los Primeros Juegos Parasuramericanos. Si bien toda acción que visibilice la discapacidad es positiva, debieran también significar cambios sociales en beneficio de las personas con discapacidad en su totalidad.

Fundación Nacio... >
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Por Alejandro Hernández

Se contactó conmigo una periodista de un importante medio canadiense on line que va en inglés y español, para consultarme sobre la realización de los primeros Juegos Paraolímpicos en Chile, los que se inauguraron esta semana. Si bien toda acción que visibilice la discapacidad es positiva, los Juegos Paraolímpicos lo son, también debieran significar cambios sociales en beneficio de las personas con discapacidad en su totalidad, deportistas y no deportistas.

Los Parasuramericanos, representan una oportunidad única, para anunciar cambios estructurales que vallan en dirección de garantizar una efectiva integración. El slogan de este evento deportivo es “Estamos Todos Incluidos”, falacia en un país en extremo excluyente y discriminador hacia las personas con discapacidad y sus familias.

En este sentido, Chile debiera aprovechar esta instancia para realizar cambios estructurales, anunciar la implementación de políticas públicas efectivas, que integren a los niños, jóvenes y adultos con discapacidad, que en nuestro país alcanzan más de 3 millones de personas, que viven a diario en un contexto de profunda exclusión y abandono.

El mejor deporte que puede –y debe- hacer el Estado de Chile es impulsar y Promulgar Leyes, por ejemplo en el terreno del trabajo, que beneficien a los trabajadores con discapacidad y facilitar la posibilidad de transformar a elementos pasivos en ciudadanos productivos e integrados, con más y mejores oportunidades.

En Chile son minoría las personas con discapacidad alcanzan a desarrollarse deportivamente y siempre por mérito propio. No existen incentivos deportivos y menos aún, estrategias que impulsen y motiven la práctica del deporte entre las personas con discapacidad. La caridad y la lastima hacia las personas con discapacidad, continúa siendo la tónica arraigada desde la década de los 70s. Cuando hoy el mundo tiende hacia el efectivo respeto de los Derechos Humanos de las personas con discapacidad, en Chile, se sigue mendigando para que un niño pueda caminar.

El acceso y facilidades deportivas son escasas, muy en línea con las políticas públicas que el Estado tiene en estas materias. La mayoría de las veces solo una elite de personas con discapacidad que poseen recursos económicos, logra avanzar en una disciplina deportiva. Chile es un país clasista y profundamente discriminador hacia las personas que tienen alguna limitación física, intelectual, sensorial u orgánica. Por ejemplo, solo el 0,5% de las empresas chilenas, contrata efectivamente a profesionales, técnicos y administrativos con discapacidadde ahí el 90% de cesantía que afecta a más de 1,8 millones de ciudadanos, personas con discapacidad en edad de trabajar.

Si el Estado de Chile y las empresas realmente desean asumir su responsabilidad, es tiempo de impulsar políticas que efectivamente integren a las personas con discapacidad al trabajo. Si una persona no tiene empleo es muy difícil que pueda costear la práctica de un deporte. Debemos superar la apatía instaurada en Chile en relación con la problemática social de la discapacidad que en efecto cascada, se contagia desde el gobierno hacia el ciudadano común. Existe un desinterés y desconocimiento total y día a día somos testigos de la peor de las discapacidades: De la “Discapacidad Empática”, del mundo político y empresarial para con las necesidades de este enorme sector de ciudadanos.

Antes que el deporte, el gobierno de Michelle Bachelet y sus Ministros, tienen la obligación y responsabilidad primero de garantizar el acceso a la Salud y Rehabilitación como Derecho Humano (El 94% de los niños, jóvenes y adultos con discapacidad nunca han tenido acceso a un adecuado proceso de Salud y Rehabilitación). Al Transporte, donde Transatiago es ejemplo mundial de exclusión. A los entornos de las ciudades (calles, veredas y edificios) que coarta otro Derecho esencial, al del libre desplazamiento. Al derecho a la Justicia, donde las barreras físicas y actitudinales del Ministerio de Justicia y sus tribunales resultan insufribles para las personas con discapacidad.

La administración de Bachellet debe asegurar el acceso a la Educación, donde la integración sigue siendo una quimera situada en la estratósfera.  Al derecho humano a trabajar, donde los organismos públicos del propio Estado discriminan a las personas con discapacidad en sus procesos de selección de personal. Al arte y la Cultura, donde vemos en pleno 2014, un Estadio Nacional inaccesible que no cuenta con el concepto de diseño universal necesarios para que una persona en silla de ruedas pueda asistir a un evento deportivo o artístico desde galerías, plateas y/o tribunas.

Si Chile fuera capaz de superar las cifras que hablan de exclusión y discriminación hacia las personas con discapacidad, sin duda que estas podrían tener acceso también a la sana practica de un deporte. Si más del 94% de las personas con discapacidad no logra acceder a un adecuado proceso de Salud y Rehabilitación, difícilmente podrá salir de casa y menos aún, practicar algún deporte. Un Ingeniero Comercial con discapacidad me decía con justa razón “Todo en Chile está hecho para que las Personas con discapacidad, mejor nos quedemos en nuestras casas”.

Por eso que me preocupa el slogan de estos Parasuramericanos, porque puede constituir una mala señal, confundir y llevar a postrar en sus mullidos sillones a Ministros que pueden quedar inertes, ante la engañosa sensación de que las personas con discapacidad y sus familias “Están Todas Incluidas”, cuando (seamos francos) la realidad social indica exactamente lo contrario.

El mejor deporte que puede hacer el Estado de Chile y el Gobierno de Michelle Bachelet, es tomar conciencia e impulsar políticas efectivas que integren a las personas con discapacidad. En el día a día y a la luz de las cifras que hablan de exclusión y abandono, Chile ya ganó una brillante y dorada medalla de oro en exclusión y discriminación de discapacitados.