Como la casa de Sergio Larraín se transformó en una playa de estacionamientos

Como la casa de Sergio Larraín se transformó en una playa de estacionamientos

09 Junio 2013

El hogar en que vivió el destacado fotógrafo por casi 30 años en la calle Socos en el centro ovallino, hoy, poco más de un año de su muerte, es una playa de estacionamientos.

Juvenal Munizaga >
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l 7 de febrero del 2012, Sergio Larraín, el laureado fotógrafo chileno, dejaba el plano terrenal en su casa en la calle Socos, en el centro de Ovalle, y así su historia tomaba matices de leyenda.

Hoy, a poco más de un año de su deceso, esa casa, la del fotógrafo chileno más reconocido en el planeta, el único chileno que ha integrado la prestigiosa agenda Magnum, es una playa de estacionamientos.

El médico, Rafael Montes, arrendó la casa que hoy sirve como estacionamiento. Montes nos contó que “esta casa estuvo por mucho tiempo con un aviso de arriendo en su puerta y en una oportunidad la vi y me pareció interesante darle, en un momento determinado como un objeto comercial", además agregó, "decidimos entrevistarnos con el dueño, le dijimos para qué queríamos la casa, a él le pareció razonable y decidimos arrendarla para un tiempo determinado para eso”.

Glen Flores, director de Obras del municipio ovallino señaló que estaban al tanto de que la casa de Larraín estaba disponible para arriendo. “La familia que heredó esta vivienda de que el señor Larraín venía a aquí a Ovalle la arrendó y el arrendatario hizo una playa de estacionamiento abriendo el portón que existía y además hará unos locales comerciales”.

Flores sostiene que la vivienda de calle Socos de Larraín no tiene los méritos para ser declarada patrimonio, ya que el connotado fotógrafo vivió más tiempo en la localidad de Tulahuen que en Ovalle. “Si bien es cierto las casas son patrimoniales, desde un punto de vista arquitectónico, su relación con el entorno urbano, también hay un patrimonio inmaterial que sería en este caso, la casa es muy fea pero está el legado del fotógrafo, que sería en este caso, habría que pensar quizás en la casa real de Larraín que vivió en Tulahuen que era la casa que verdaderamente el vivía porque esta casa venía una vez cada 20 días”

Para el historiador y especialista en patrimonio, Sergio Peña, lo que ocurre con la casa de Larraín es, “lamentable, no amerita ese destino puesto que ahí vivió una persona de cierta valía que hizo un aporte a la fotografía, desde ese punto de vista me parece lamentable”.

Sin embargo, Peña agregó que, “también tenemos que atender que hay otras opiniones que piensan que hay que ocupar los espacios posibles para construir, en fin”, manifestó el historiador.

En la casa de calle Socos, Sergio Larraín realizaba talleres de yoga, recibía visitas todos los primeros martes de cada mes. Además, en sus paredes había pinturas recientes de Larraín con poemas que el mismo escribía, como “Este es el Reino ofrecido en la eternidad, el Eterno Ahora”. Hoy ese hogar es una playa de estacionamientos para vehículos, el huerto en que Larraín meditaba y escribía sus poemas ya no existe, pero su legado, sus libros de espiritualidad siguen pasando de mano en mano, y sus fotos, las cuales, como él, también son parte de ese legado que marcó profundamente la fotografía chilena, como una huella imborrable que pasa más allá de cualquier estructura.

Fotos de la casa de Sergio Larraín antes de transformarse en una playa de estacionamientos.

Fotografías de Sergio Larraín para agencia Magnum.

Agradecimientos a Limarí Noticias por la colaboración en la elaboración de esta nota