En estos días vivimos un cuestionamiento de parte de los medios de comunicación hacia las instituciones y autoridades, se ha instalado una sensación de crisis de confianza, y es en ese sentido, donde los periodistas y los medios de comunicación cumplen o deberían cumplir un rol esencial para asumir los grandes desafíos que hoy se nos presentan: un mercado laboral cada vez más precario y saturado, nuevas tecnologías que van desplazando la labor profesional, normas éticas que deben adaptarse a los tiempos actuales y un ejercicio profesional que otros asumen sin contar con las herramientas para ello. Esto, además de garantizar la libertad de expresión y avanzar en el reconocimiento del derecho a la comunicación.

“Si Chile había delegado toda la responsabilidad ciudadana en las instituciones, hoy estamos viviendo el desplome de ellas” afirmó Alberto Mayol en su presentación de ICARE el 2012. En la oportunidad habló sobre el derrumbe del modelo económico de mercado debido al cuestionamiento de la relación de lo público y lo privado, objetado originalmente por el movimiento estudiantil.

Ya con un par de años transcurridos, hoy somos testigos oculares de casos que salen a la luz y fraccionan a la sociedad chilena. La situación de cuestionamiento se agudiza y se traduce en los bajos índices de aprobación y confianza que hoy nos asombran.

¿La institucionalidad chilena se ha puesto en jaque?

A su vez los chilenos actúan con signos de agresividad más fuertes en reacción a este panorama de injusticia, que falta a la dignidad y crea un descontento generalizado y transversal.

Debemos estar más alertas entonces, para ver como los medios de comunicación, pueden responder esta inquietud esencial para poder concebir una mejor sociedad chilena. Para ello tres importantes miradas y experiencias particulares ayudarán a reflexionar sobre cuáles podrían ser las claves para mejorar esta situación que enfrenta nuestro país hoy.

Hace algún tiempo, se pudo evidenciar cómo dejaba entrever la realidad que ocurría en Chile desde hace varios años, pero que ahora estalla ante nuestros ojos, producto de denuncias o reportajes. En este sentido, valoramos que la libertad de expresión prime por sobre los intereses particulares. De ahí que se hace necesario contar con espacios donde existan voces pluralistas y con espacios donde poder expresar los pensamientos u opiniones.

En este 11 de julio, cuando se celebra el aniversario N° 59 del Colegio de Periodistas de Chile, queremos decir que es fundamental hacer los ajustes a la Carta Fundamental como es la Constitución que nos rige, situación que fue ratificada en el reciente XV Congreso de la orden, donde se votó por una Asamblea Constituyente para realizar aquellas modificaciones.

Consideramos que es necesario y urgente, que se exija al Gobierno poder avanzar en la pluralidad de contenidos mediáticos, mejorar las condiciones laborales y democratizar los contenidos, y que aún se mantienen pendientes. Estos temas, se han expuestos largamente en reuniones y actos públicos con el Ejecutivo, y se espera ir más de prisa durante lo que resta de este año.

La celebración de este nuevo aniversario, es una invitación a que se pueda continuar avanzando en democracia y en las libertades de expresión tan necesarias, pero esto debe ir de la mano, con el ejercicio ético de la profesión. No puede un periodista dejarse llevar por presiones o intereses personales al momento de ejercer su rol, porque no debemos olvidar que tenemos una enorme responsabilidad social con la comunidad.