A partir del año 2000 y por votación unánime del Consejo Regional de la época, se decreta el día 26 de octubre como el día de Atacama. Esta propuesta fue presentada al consejo regional por el Grupo de Estudios de Atacama – GEA. Aquel día no solo se aprueba la conmemoración de esta fecha, sino que además se reconoce a la bandera azul con estrella dorada, emblema de la revolución Constituyente como bandera de la región y por último como himno regional la canción “Atacama tierra mía” compuesta por Iván Darrigrande Menard, reconocido abogado, músico y poeta de la región de Atacama.

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El 26 de octubre no es una fecha cualquiera y antojadiza para la historia de nuestra región, casi de manera simbólica, esta fecha conmemora diferentes acontecimientos relevantes para Atacama y que dan el motivo central para que sea decretada como el día regional, estos hechos son:

• La toma de posesión de Pedro de Valdivia, en el Valle de Copiapó, el 26 de octubre de 1540, hecho que da inicio a la Historia de Chile.

• La Fundación del Puerto de Chañaral el 26 de octubre de 1833.

• Obtención del título de ciudad de Vallenar el 26 de octubre 1834.

• El batallón de Atacama, recibió el estandarte de manos de la ciudadanía, 26 de octubre de 1879.

• Fundación de la comuna de Alto del Carmen, 26 de octubre de 1979.

• Fundación de la Universidad de Atacama, 26 de octubre de 1981.

Probablemente este 26 de octubre del 2020 pase como un día más en el calendario, la culpa será, en parte, por el proceso de restricciones sociales producto de la pandemia del Covid-19, que impide cualquier acto de celebración, pero también, este 26 los focos del país estarán pendiente de los resultados del plebiscito constitucional que se llevará cabo un día antes a la celebración de Atacama. Acostumbrado el atacameño y atacameña a esta clase de olvidos, vivirá, probablemente, su día como uno más. Por una extraña razón los hijos de esta tierra hemos ido normalizando eso de que se nos olviden las fechas importantes y no solo eso, de que a nosotros mismos, como habitantes se nos deje al olvido, de que no se nos nombre, muchas veces hasta de algo tan cotidiano como el pronóstico del tiempo, nos pasan por alto como si en Atacama viviéramos en una burbuja climática. Ese olvido hacia Atacama viene por diferentes vías, la invisibilidad de nuestro territorio es a veces preocupante, por ejemplo, para programas culturales, las diferentes parrilla programática de cualquier evento cultural sufre un misterioso salto geográfico desde Antofagasta a La Serena, como si los atacameños no fuéramos dignos de acceder a cultura. Para qué decir de eventos deportivos. Más crudo se vuelve este olvido, cuando a diario vemos viajar a familias oncológicas a recibir tratamiento lejos del hogar, de la familia y de amigos, porque también olvidaron que en Atacama se necesita un centro de tratamiento para quienes padecen cáncer. La lista es larga y dolorosa, así sumamos días al calendario, sumidos en ese olvido eterno, que deja en polvorientos recuerdos esa Atacama de plata que tanta gloria le dio al país. Atacama, es tierra noble y generosa, que cobija con esperanza a quien llega a su suelo y quiera quererla, aun así, recibe muchas veces como pago el olvido. A quién poder responsabilizar entonces de todo esto, a las autoridades de turno, que no nos defienden y no hacen que se posicione nuestra región en el sitial que corresponde. Al sistema educacional que no nos enseña nuestra historia, a nosotros mismos que hacemos vista gorda a este olvido y no alzamos la voz para defender nuestro territorio…a quién.

En un momento histórico del país, en donde se ha hecho lema el “Chile cambió” debemos hacer lema también el “Atacama cambió”, el “Atacameño y atacameña cambió” no permitir más que el olvido nos aparte y segregue, que el olvido nos limite, que nos coarte la posibilidad de escribir la historia del país, la misma que escribimos en 1832, en 1859, en 1879, queremos seguir aportando, creciendo y soñando.

Finalizo estas líneas parafraseando los versos de la canción de Darrigrande, Atacama tierra mía, queremos que tus hijos e hijas no olviden que milagro es tu nacimiento.

Yennifer Vallejos Meriño

Profesora General Básica

Miembro del grupo de estudios de Atacama - GEA

Foto: https://urbatorium.blogspot.com/