Actualmente el término el concepto polimedicación o polifarmacia no es único, existen varios significados de autores diversos, y la Real Academia Española (RAE) lo define como “prescripción de gran número de medicamentos” o “abuso de ellos”.

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En nuestro país el Minsal lo define concretamente como “pacientes con enfermedad crónica que están tomando más de 5 medicamentos, de forma continuada, durante un periodo igual o superior a 6 meses”. Según la OMS dicho término es descrito como “consumir más de tres medicamentos simultáneamente”.

Los adultos mayores por su condición de salud son los identificados como pluripatológicos y crónicos, por lo cual, son un grupo de riesgos ante la ingesta de sus tratamientos, más aún si no cuentan con un esquema práctico que les facilite este proceso diario, recordemos que muchos medicamentos son de usos prolongados según sea el caso.

El grupo etario que más consume fármacos son los adultos mayores, hay revisiones literarias que han confirmado que existe una correlación importante entre la utilización de los fármacos y la hospitalización de urgencias, pérdida de sus funciones y la calidad de vida deficiente que conlleva a desenlaces fatales, como así también los estudios señalan que en algunos pacientes la cantidad de medicamentos prescritos es de uno a onces diarios.

El aumento de esta polifarmacia se origina a partir de los cambios fisiológicos que presenta el adulto mayor, esto es que la población presenta una alta tasa de polipatología, recibiendo prescripción de medicamentos los que en algunas ocasiones los pacientes toman de manera incorrecta produciendo así un error no menor en la medicación, lo que genera hospitalización por el incremento de reacciones adversas a estos, así como el incremento en los índices de morbilidad y mortalidad. La OMS asevera que un 50% de los usuarios(as) realizan una ingestas errónea de sus medicamentos indicados por el profesional médico.

Lo anterior se presenta por la confusión a la hora de tomarlos o ingerirlos, desconocimiento en la dosis exacta, hora, olvido, confusión entre uno y otro fármaco por la presentación de éstos. Este déficit o mal manejo de la medicación se ve incrementado conforme avanza la edad del paciente, lo que se hace relevante la participación de la familia o cuidadores que sirvan de guía la adulto mayor.

Cabe señalar que entre otros elementos importante que acrecienta el riesgo en el mal manejo de la medicación en el grupo en cuestión está asociado al deterioro progresivo que se presenta en el transcurso de etapa del envejecimiento, esta afección se da en el daño a múltiples órganos y parte importante del sistema, generando diferentes alteraciones por ejemplo déficit visual y auditivo, incapacidad física, deterioro cognitivo, grado de dependencia en aumento, entre otras.

Las alteraciones mencionadas en el párrafo precedente tienen importante repercusiones en la autoadministración de medicamentos, incurrir en dosis inadecuadas en mayor o menor cantidad a la indicada, confusión en los horarios y tomando nuevamente la dosis o simplemente no ingerir.

Actualmente existen variadas guías prácticas que han sido desarrolladas en función del cómo entregar de manera segura los medicamentos a la población y en especial a este grupo etario, educando y explicando con esquemas sencillos de comprender al paciente, acompañante y grupo familiar.

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