Cirugía bariátrica, complicaciones y estrategias nutricionales

17 Noviembre 2020

Muchos de los pacientes presentan deficiencias nutricionales pre-operatorias, las cuales se ven exacerbadas por el procedimiento quirúrgico y la rápida pérdida  de peso a la que se ven sometidos.

Ximena Munita Fritis >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Las anormalidades nutricionales son las complicaciones más comunes de la cirugía bariátrica y pueden ser de macronutrientes o de micronutrientes. Muchos de los pacientes presentan deficiencias nutricionales pre-operatorias, las cuales se ven exacerbadas por el procedimiento quirúrgico y la rápida pérdida de peso a la que se ven sometidos.

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Todas las técnicas quirúrgicas, pueden causar deficiencias nutricionales, siendo los procedimientos restrictivos-malabsortivos las que producen un mayor impacto en el paciente. Las deficiencias más frecuentemente son de hierro, calcio, vitamina D, Zinc, vitamina B12 y ácido fólico. Las causas son debido a factores como la disminución de la ingesta de alimentos, la rápida pérdida de peso, alcalinización gástrica, modificación anatómica del tubo digestivo y los tramos de absorción, intolerancia a algunos alimentos, reflujo gastroesofágico y vómitos.

Las deficiencias de micronutrientes pueden causar diversas manifestaciones clínicas, como anemia, descalcificación ósea, caída del cabello, fatiga y uñas quebradizas, entre otras.

En el caso de las intervenciones malabsortivas, los pacientes poseen menos limitaciones en la ingesta alimentaria, debido a que disponen de una capacidad gástrica mayor, pero debido a los cortocircuitos intestinales los problemas de absorción son más frecuentes y al haber una alteración de la anatomía del tubo digestivo y los tramos de absorción, es necesario centrar la terapia nutricional en el aporte de proteínas, hierro, calcio, vitamina B12 y vitaminas liposolubles. En el caso de las intervenciones mixtas, la alimentación debe orientarse con especial atención a las posibles deficiencias de vitamina B12, hierro y calcio.

Las cirugías de tipo restrictivas como la Manga Gástrica, no presentan alteraciones en la absorción intestinal, pero existen factores implicados en el riesgo de deficiencias nutricionales por causas como “Restricción en el tamaño de la porción, selección de alimentos pobres en nutrientes, intolerancia a algunos alimentos, disminución en la producción de ácido clorhídrico, posibles náuseas y vómitos inmediatos a la cirugía.

Estrategias Nutricionales Post Cirugía Bariátrica

El equipo multidisciplinario cumple un rol importante después de la cirugía bariátrica y el objetivo transversal que compete a todos los profesionales a lo largo del proceso son: educar, motivar y empoderar al paciente, con la finalidad de promover el aprendizaje de su autocuidado.

Los objetivos del cuidado nutricional después de la cirugía son esencialmente, asegurar un adecuado aporte energético y nutricional, para facilitar la recuperación post cirugía y la preservación de la masa magra, además de aminorar el reflujo gastroesofágico y mantener una saciedad precoz, para maximizar la pérdida de peso.

Todos los pacientes que se han sometido a una intervención de cirugía bariátrica, independiente de la técnica quirúrgica, deben tener un plan nutricional especializado, con la finalidad de evitar las complicaciones quirúrgicas en los primeros días, ya sean estas deficiencias nutricionales o complicaciones médicas. Este plan de alimentación deberá tener las cantidades mínimas diarias recomendadas de nutrientes, con un aporte de volumen reducido, adecuada en nutrientes y calorías, con una consistencia adecuada para mantener una buena tolerancia alimentaria.

Estrategias inmediatas: 

  • Indicar los cambios relacionados con la alimentación en función del tiempo.

  • Recomendar inicio o mantención de la actividad física.

  • Indicar suplementación de vitaminas y minerales.

  • Controlar la baja de peso.

  • Reforzar adherencia a indicaciones, tratamiento y controles.

Estrategias de seguimiento a largo plazo:

  • Fortalecer el cambio de estilo de vida saludable.

  • Evaluar suplementación nutricional.

  • Evaluar el riesgo de deficiencias nutricionales.

  • Motivar y reforzar adherencia a indicaciones, tratamientos y controles.