¿Sabía Atacama que estaba eligiendo al OMBUDSMAN?

15 Junio 2021
Cuando me enteré del surgimiento del Gobernador Regional electo democráticamente, pensé que ese sería su rol: defender los intereses, que no son pocos, de nuestra región.
Carmen Gloria Vega >
authenticated user Corresponsal Ciudadano

Uno de los conceptos que más me llamó la atención cuando era estudiante de ciencias políticas fue el de “Ombudsman”, recuerdo que el profesor de administración pública chilena, lo describió con mucha pasión. Su significado es “Defensor del Pueblo”, como se le llama en algunas legislaciones y es un funcionario u órgano encargado de representar los intereses de la ciudadanía ante los poderes públicos.

Cuando me enteré del surgimiento del Gobernador Regional electo democráticamente, por supuesto ampliándola al género femenino, pensé que ese sería su rol: defender los intereses, que no son pocos, de nuestra región.

La figura del Gobernador Regional será clave como defensor de los intereses de la comunidad regional ante los poderes públicos y, en especial, ante los niveles nacionales de la Administración, sea directamente o por medio de sus representantes regionales (delegado presidencial, seremis, directores regionales, etc.).

Idílico era pensar que las urnas electorales estarían repletas de votos, inocentes quienes imaginamos que la participación sería sin precedentes.

EL GOBERNADOR REGIONAL: LA PARADOJA DE LA APATÍA REGIONAL

La iniciativa de crear al Gobernador Regional se aprobó el 2018, como parte de una reforma para profundizar la tan ansiada descentralización en la toma de decisiones. Aunque desde un inicio hubo críticas a la figura del Gobernador Regional, ya que surge de la división del antiguo Intendente, y debe convivir con el Delegado Presidencial en la Región, se pronosticaron roces entre ellos ¿no crees que ya tenemos suficiente “roces”? Es por eso que no se podía elegir un líder incapaz de generar acuerdos y tener el suficiente manejo de sus habilidades blandas para tranzar en beneficio de sus representados.

Como es de conocimiento público y paradójicamente, en las regiones estas elecciones pasaron sin mayor notoriedad, tanto en la primera jornada de votaciones, opacadas porque elegíamos a 3 representantes más y ahora en el balotaje, donde la baja participación fue grosera y, además, los medios se centraron en la elección capitalina. La teleserie era más llamativa.

ATACAMA NO DESPERTÓ, SÓLO TUVO UN MAL SUEÑO

Ahora bien, para profundizar y aunque sea repetitivo de mi parte, la educación cívica es la respuesta a todos estos infortunios. La posibilidad de entender el sistema político de Chile se nos arrebató hace 23 años. Pudiendo ser una de las razones del porqué, los jóvenes que “saltaron el torniquete” e inspiraron el Estallido Social del 2019, no supieron capitalizar este hecho revolucionario.

La eliminación de la educación cívica, una disciplina que se proponía transmitir los valores éticos, cívicos, patrióticos y nacionales del ser humano, dentro de un contexto histórico y social que procura la formación integral del ciudadano para una mejor convivencia en la sociedad entera se produjo en 1998, bajo el Gobierno del Presidente Eduardo Frei Ruiz–Tagle (DC). Se eliminó de la malla curricular de Enseñanza Media (sin explicación alguna), lo que perjudicó enormemente el proceso de formación de valores civiles que debe tener un ciudadano, para ser un activo individuo conocedor de sus deberes y de sus derechos dentro de una República democrática como la nuestra.

En el 2011, los senadores de derecha, con excepción del senador Antonio Horvath, se opusieron a que esta asignatura volviera a formar parte de la formación educacional de Enseñanza Media. Si lo analizamos, primero bajo un gobierno de la concertación democrática se elimina esta importante asignatura y luego cuando la concertación está en la oposición, se intenta restablecer. Una muestra más de la incapacidad y oportunismo de nuestros gobernantes.

Haciendo política ficción, quizás si las nuevas generaciones recibieran desde la escuela una formación en conceptos tan importantes como la civilidad, los valores civiles y republicanos, aprendieran de las funciones y atribuciones de todos los poderes del Estado, y de toda la estructura de estos, no sería necesario restablecer el voto obligatorio, porque los jóvenes comprenderían que, sin su participación en el proceso eleccionario, se perpetuaría la elección de “los mismos de siempre” y comprenderían el valor de los poderes regionales y municipales.

¿Y SI HUBIESES IDO A VOTAR?

Sí, te hablo a ti, que “te dio lata” ir a votar, porque ninguno de los dos candidatos te representaba. Espero no verte marchando encapuchado o rasgando vestiduras por las injusticias que vives o, más aún, haciendo vandalismo.

Tu apatía mató cualquier argumento que quieras dar. Tienes rabia, yo también, pero la diferencia la marcamos en que yo me levanté y fui a votar y tú te quedaste pegado a tu celular escribiendo críticas al sistema, del cual “eres víctima”. Además te culpo, porque tu apatía permitió que surgieran líderes populistas que con palabras controversiales o declaraciones polémicas se instalaran en una papeleta “sagrada” para abrirle la puerta al beneficio de tomar las decisiones AQUÍ y no en Santiago.

Tu falsa revolución permitió que la baja participación ratificara un Gobierno Regional fallido, que tendrás que respetar por 4 años. Si el Estado te robó la posibilidad de aprender cómo funciona el manejo del poder político y la toma de decisiones, toma las riendas de tu formación académica hoy, porque de no ser así, seguirás heredando un país en caos social, crimen organizado y un gobierno incapaz e inoperante, que te encanta criticar detrás de un perfil falso.

Espero que aprendas de todo esto, porque es fundamental, no sólo para entender cómo un país que veíamos como ejemplo, se enfrenta a una crisis de gran envergadura, que sólo está en tus manos lograr evitar que vaya hacia allá.