Participación ciudadana; del deber a la emotividad

Participación ciudadana; del deber a la emotividad

10 Mayo 2021
Debemos pensar que somos seres históricos y afortunados, que nos tocó vivir una etapa que marcará a Chile y que será escrita por nosotros y nosotras mediante el voto y que a posterioridad podemos contar a las generaciones futuras que fuimos parte de este proceso democrático.
Yennifer Vallej... >
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Soy de la generación que debía ir a la oficina del SERVEL a inscribirse para votar una vez cumplida la mayoría de edad, la del voto obligatorio, la que vio como la política nacional se iba poco a poco desacreditando una vez vuelta la democracia, la consigna general era, que la alegría que prometieron nunca llegó, la gente seguía matándose en sus trabajos, seguía viviendo la crudeza de la desigualdad social, económica y cultural de un país que a ojos del mundo era un jaguar, que crecía económicamente a pasos acelerados, pero que a su vez esa bonanza no chorreaba hacia el pueblo que lo sostenía. Así vimos, muchas veces en silencio, pasar largos años, testigos de como nos gobernaban unos y otros, que cambiaban de coaliciones políticas, pero mantenían el sistema que tanto daño hacía. Cual fue la consecuencia de esto, primeramente la desacreditación de la clase política y segundo el alejamiento de las personas de su deber ciudadano del voto. Así, como si fuese una forma de manifestación silenciosa y pacífica, la gente dejó de votar, dejó de participar, dejó de elegir, dejó de opinar. Sin más, se permitió que otros eligieran y tomaran las riendas del país a su conveniencia, hasta que un día tropezamos con una explosión de descontento, contenida hace décadas, de manera transversal, fue el día en que el calendario marcó el 18 de octubre del 2019.

El estallido social post 18 de octubre trajo no solo manifestaciones a nivel general en todo el país, también ha permitió que hoy estemos a días de vivir un hecho histórico que podría cambiar el rumbo del país en los próximas décadas, eligiendo democráticamente, mediante voto popular a quienes podrán redactar la primera Constitución ciudadana paritaria del mundo. Pero este proceso histórico nos llega al medio de una Pandemia también histórica, sin precedentes en al menos 100 años en la historia de la humanidad, Pandemia que de una u otra forma le ha quitado protagonismo a este proceso ciudadano, primeramente postergando las elecciones del 10 y 11 de abril al 15 y 16 de mayo, para así no realizar las votaciones en medio del peak de contagios. La situación sanitaria, a pesar del cambio de fechas, no ha variado considerablemente, a pesar de ello debemos confiar en los protocolos creados para estos comicios y que estos, al igual que octubre pasado, garantizarán que cada votante esté fuera de riesgo sanitario.

Pero me quiero detener en la participación ciudadana en estas elecciones, es cierto que existe temor debido a la Pandemia del covid, pero recordemos que después del plebiscito de octubre del 2020 existió una alta concurrencia a las urnas, la más alta desde el plebiscito del 88, aun así no existió un rebrote como muchos temieron. En octubre a pesar de estar, al igual que ahora, al medio de esta pandemia, la gente no temió, se protegió y participó, ejerciendo el acto más revolucionario, poderoso y pacífico que existe en un Estado democrático, el voto. Queremos pensar que este fin de semana pasará algo similar, que la participación será alta, que nuevamente chilenos y chilenas se volcarán a las urnas, porque detrás de este deber y derecho cívico hay una carga emotiva potente. Debemos pensar que somos seres históricos y afortunados, que nos tocó vivir una etapa que marcará a Chile y que será escrita por nosotros y nosotras mediante el voto y que a posterioridad podemos contar a las generaciones futuras que fuimos parte de este proceso democrático de elegir a quienes escribirán nuestra futura Carta Magna. Por eso participa y vota.

PD: No olvides tu lápiz pasta azul, tu mascarilla, alcohol gel y ganas de ser ese ser que escribirá la historia del país.

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