Ante el masivo despido que realizó la empresa Agrosuper la Ministra del Trabajo mostró su postura contra el cierre de la planta, apuntando que la cesantía que generará esta decisión en la zona será grande. 

Evelyn Matthei señaló que está preocupada por los 200 trabajadores desafectados de la planta, además dijo que en los próximos días ese número podría aumentar.

"Nosotros creemos en Santiago que todo el mundo quiere que la empresa se vaya. Ellos representan a 4 mil personas, tienen muchas firmas de gente del pueblo, que quieren que la empresa se quede. Pero que la empresa se quede, obviamente respetando el medio ambiente, respetando la salud y el derecho a vivir sin olores molestos." Dijo la secretaria de Estado. 

Agregó la ministra que los pobladores de la localidad "están cerrados a machote de que la empresa se tiene que ir, entonces hoy día empezamos a ver trabajadores que van a perder su fuente de trabajo."

Los dardos van hacia el Alcalde Orellana

Para la Ministra el responsable de que la empresa Agrosuper haya cerrado, debido a las presionas de la pobación, tiene nombre y apellido y se llama, César Orellana, Alcalde de Freirina.

Matthei considera que "acá hay un alcalde socialista, que lo único que quiere es que la empresa se vaya y después este señor acuérdense ustedes, va a venir a pedirnos al gobierno que nosotros le demos trabajo a la gente de Freirina." Agregando de forma tajante que "aquí el responsable es el alcalde de Freirina y toda esa gente que ha estado azuzando, con violencia y con negarse al diálogo de que la empresa se vaya. Ellos son culpables del drama que están viviendo hoy día."

Además la Ministra del Trabajo y de Previsión Social enfatizó en señalar que “le digo ‘altiro’, no venga ni ese alcalde ni nadie a pedirnos trabajo a nosotros. El Gobierno ha hecho todo lo posible por tratar de compatibilizar con que pueda haber trabajo, pero con exigencias absolutamente estrictas.”

Asimismo, sostuvo que los problemas de esta planta se arrastran desde el año 2005, “en el gobierno del (ex) presidente (Ricardo) Lagos, cuando se aprobó la planta y no hubo prácticamente ninguna preocupación por el medio ambiente ni por los olores. Fue una resolución precaria. Después comienza a operar la planta, y efectivamente hubo olores insoportables, que la gente de Freirina no tiene por qué aceptar.”

Finalmente señaló que “por lo tanto, lo que ha hecho nuestro gobierno es tratar de poner exigencias que debieron haberse puesto en la resolución del año 2005 y no se pusieron, de tal manera que se pueda combinar que una empresa pueda producir, trabajadores que puedan trabajar, pero también con respeto al medio ambiente y hacia la salud de los trabajadores.”