Pocas veces las elecciones en Perú fueron tan interesantes para Chile. Y esto probablemente es porque como nunca, están llenas de malas noticias para nuestro país. Desde luego las elecciones, revisten interés para los peruanos residentes legalmente en nuestro país, que a diferencia de los chilenos en el exterior, ellos si pueden votar, son más de 700.000 peruanos aptos para votar en el extranjero y la mayor parte de ellos está en Estados Unidos, Argentina, Chile en orden decreciente de cantidad.

Pero hay una razón más de fondo para que la elección de Perú nos importe.

El contexto internacional con nuestros países vecinos en el norte, se ha ido volviendo con los años bastante más complejo. Por una parte, la disputa que mantiene nuestro país con Perú en el Tribunal de La Haya determina una agenda de tensión que a medida que se acerca el fallo, tiende a tensionarse más.

Al lado, en Bolivia las señales de amistad y buena disposición de Evo Morales bruscamente cambiaron a una actitud dura e intransigente, y generan inquietud en Chile, más aun cuando amenaza demandar al país ante La Haya y montar un departamento a cargo de la demanda marítima que intencione permanentemente acciones reivindicatorias sobre el mar.

Hoy más que nunca no da lo mismo quien gobierna en Perú. Pero la cosa se pone peor. Perú debe escoger un Presidente, entre la friolera de 10 candidatos, sin embargo solo cuatro de ellos tiene alguna opción: El ex Presidente Alejandro Toledo, la parlamentaria Keiko Fujimori, hija del detenido ex Presidente Alberto Fujimori, el ex militar nacionalista Ollanta Humala, y el economista y ex ministro de Toledo, Pedro Pablo Kuczynski.

Un quinto candidato es mencionado, pero no tiene opción real: Luis Castañeda, ex Alcalde de Lima, tuvo una chance al principio de la carrera electoral, pero  no pudo estrechar el margen y su opción está perdida.

De los cuatro, en mi opinión solo Pedro Pablo Kuczynski, en adelante PPK como lo llaman los analistas, no está definido por una agenda del pasado. A Toledo lo mueve un ánimo de revancha por el mal cierre que tuvo su gestión anterior. A Keiko Fujimori, la permanente reivindicación de su padre, líder político del movimiento que ella dirige y a Ollanta Humala lo mueven las trasnochadas pasiones nacionalistas que buscan revancha de la Guerra del Pacífico, lo que se expresan en su marcado nacionalismo anti chileno.

Pero las malas noticias siguen: Quién va primero en las encuesta pero aun sin la capacidad para ganar en primera vuelta es Ollanta Humala.

Para Chile, esto no puede ser indiferente. Sabido es que, por sensato que sea el Presidente de Perú, cuando su popularidad cae, todos, todos los ex mandatarios peruanos han recurrido al recurso de tensar la relación con Chile para que la ciudadanía se pliegue al gobierno de turno, olvide los asuntos internos y se concentre en nuestro país.

¿Y qué podemos esperar de un ex coronel, de declarada animadversión contra Chile?, ¿Qué esperar, si pretende llevar a cabo un gobierno con reformas estructurales que generan resistencias y fuertes tensiones internas?. Por lo demás, Ollanta en su gobierno plantea una serie de medidas que ya han emprendido gobiernos como Chávez en Venezuela y Correa en Ecuador tendientes a debilitar las instituciones de contrapeso, reformar la constitución y meter mano a la prensa para concentrar poder en su proyecto político.

Obviamente esto va generar tensiones agudas en Perú y la válvula de escape será el enemigo externo: Chile, más aún con lo de La Haya por resolverse.

Lo peor de esto es que ningún candidato está planteando avanzar en una agenda de integración con Chile, de colaboración o de construcción de algo común, En esto, nuestra mezquina política exterior también tiene culpa.

Por otro lado los dos posibles contrincantes que pudieran derrotarlo, sólo son un poco mejores para la pretensión de estabilidad en la región. Keiko Fujimori es heredera del legado autoritario de su padre (quién mantuvo espléndidas relaciones con Chile cuando fue Presidente) buscará reivindicarlo. El está preso pero activo políticamente, ella no ha tenido una gran gestión política siendo parlamentaria y todo hace suponer que será él quién gobierno desde prisión. Por lo mismo y tendrán que enfrentar una fuerte oposición y ya mostró el Fujimorismo que no tiene escrúpulos en acabar con ella. (Es cosa de recordar el rol que tuvo Vladimiro Montecinos)

Toledo aparece como el candidato más “inofensivo”, pero sólo a simple vista, mal que mal, fue en su gobierno donde se gestó la demanda de Perú frente a La Haya y ha sido un fuerte impulsor de este tema comprometiendo, incluso mantener al equipo que lleva el caso y potenciarlo de ser necesario. Su mal manejo de la popularidad terminó debilitándolo en extremo en su anterior mandato y por lo que debió recurrir permanentemente al argumento anti chileno.

Por último, PPK podría ser una carta más favorable a Chile ya que culturalmente no comparte las premisas fundantes del nacionalismo anti chileno que es popular en Perú. (Es hijo de alemán y francesa y se educó en EEUU, es casi un gringo) además como un político de derecha es de suponer que privilegiará la estabilidad y el crecimiento económico por sobre otras contiendas. Pero si quiere ganar deberá comprometerse con otras fuerzas y no conocemos a cabalidad su muñeca. El es más bien una incógnita.

Así las cosas, Chile tiene un problema y luego muchos por venir, pero Perú también, ya que un conflicto, ya sea diplomático o peor, en nada contribuiría a impulsar la pujante económica peruana, ni mucho menos al desarrollo de la región y por el contrario puede ser una fuerte traba al crecimiento de regiones como Arica Parinacota y Tarapacá.

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