Es un hecho insólito que el rey de España pida perdón después de que fuera descubierto cazando elefantes en un safari por África. ¿Podría ser una señal del debilitamiento de la monarquía en una España consumida por la crisis económica?

“Lo siento mucho. Me he equivocado. No volverá a ocurrir” fueron las escuetas palabras con las que el Rey de España se disculpó por la polémica cacería de elefantes que protagonizó en África. Nunca tan pocas palabras habían sido tan significativas para analizar el momento que vive la monarquía española. 

Los antecedentes son los siguientes: el fin de semana pasado, el Rey Don Juan Carlos I fue descubierto, mediante unas fotos, cazando elefantes en un Safari en Botsuana. Un hecho que anteriormente hubiera pasado inadvertido, pero que se enmarca en dos contextos muy importantes y que hacen que la monarquía esté en entredicho. 

El primer contexto tiene que ver con la grave crisis económica que vive el país. Uno de los datos importantes que se debe recalcar es que la Monarquía se mantiene mediante los impuestos de todos los ciudadanos españoles. Por lo que, mientras la sociedad ve que se recortan presupuestos en sanidad y educación, el rey despilfarra su presupuesto en viajes de lujo y placer. No es de extrañar la indignación por parte de la sociedad española contra el comportamiento del que aún sigue siendo el Jefe de Estado de un país con 6 millones de cesantes.  

El segundo contexto en el que se produce esta polémica es la crisis institucional que está viviendo la Monarquía en sí. Esto, se refiere a graves escándalos de corrupción por parte de uno de los yernos de Juan Carlos, Iñaki Undargarín y en los que se podría ver involucrada una de sus hijas. El llamado caso Noos que se destapó a principios de este año, también significó un quiebre importante entre la sociedad española y la Monarquía.

Y qué decir de la incongruencia de ser miembro honorífico de WWF, una de las ONG dedicadas al medioambiente más importantes del mundo. Esto hace que se aumente el escándalo, ya no sólo en España. Las redes sociales se inundaron con la polémica, y la ONG ya está tramitando el retiro de la membresía honorífica del Rey. En su página web se puede leer que: “La Junta Rectora de WWF España ha acordado por unanimidad iniciar el proceso necesario para modificar sus estatutos, en relación con las figuras honoríficas de la organización”, alusión clara al escándalo protagonizado por Don Juan Carlos.

Las reacciones no se han hecho esperar por parte de la Casa del Rey, es decir sus asesores más directos, que ya han empezado a mover la maquinaria para revertir el descenso en la popularidad del monarca.

En este sentido, se terminaron los viajes privados en tiempo de ocio invitado por jeques millonarios o empresarios. Por otro lado, cuando el rey no tenga actos oficiales, se especificará en que va ocupar su tiempo, para evitar incidentes como el que ocurrió en el ya conocido Safaria a Botsuana. 

El replanteamiento de la figura del Rey en España partió con las disculpas públicas de Don Juan Carlos, pero se deben hacer pasos más importantes para reducir la brecha histórica que separa a la ciudadanía con su Jefe de Estado. Es por eso que las palabras deben venir acompañadas por hechos: Se terminaron los safaris de cacería y, ahora sí, nos ponemos a trabajar por usted.