El Laberinto del Ministro de Salud, Jaime Mañalich

El Laberinto del Ministro de Salud, Jaime Mañalich

26 Abril 2011

El único ministro de Piñera que viene de la digna educación pública ñuñoína, se comprometió a que el Presidente Piñera vete el párrafo de la ley de regulación de alimentos que dice: “Se prohíbe la publicidad de alimentos sucedáneos de la leche materna”. ¿Y ahora?

Omar Pérez Santiago >
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A sus 56 años, el Ministro de Salud, Jaime Mañalich, al parecer se encuentra en una embarazosa disyuntiva. El único ministro de Piñera que viene de la digna educación pública ñuñoína, se comprometió a que el Presidente Piñera vete el párrafo de la ley de regulación de alimentos que dice: “Se prohíbe la publicidad de alimentos sucedáneos de la leche materna.” Pero, los compromisos internacionales de Chile con el Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna de la OMS/UNICEF obligarían al ministro Mañalich a legislar a favor de la prohibición. Esto ocurre, por lo demás, a días que se realice la Conferencia Mundial de Ministros de Salud en Moscú, donde se discutirán los temas de enfermedades no transmisibles y de seguro se abordará la Ley de etiquetado informativo y restricción a la venta y publicidad de comida chatarra en Chile.

La Cámara de Diputados aprobó el jueves 21 el importante proyecto sobre la rotulación y publicidad de los llamados alimentos no saludables, que beneficiará a la población infantil. Así, la ley quedó a la espera de la firma presidencial o del veto presidencial.

A sugerencia del Minsal, durante el gobierno de la presidenta Bachelet, se introdujo un párrafo que prohíbe la publicidad a los sucedáneos de la leche materna, en razón de un acuerdo internacional firmado por Chile ante la OMS.

Al final de su tramitación, en la Comisión Mixta el diputado UDI, David Sepúlveda, planteó prohibir la venta de comida chatarra en todo tipo de establecimiento educacional, es decir, incluyó a las universidades. Es importante este punto por las connotaciones ideológicas que se le atribuyen. Fue la derecha que lo incluyó y no fue cuestionada por el gobierno de Piñera cuando debía hacerlo en la Comisión Mixta, lo que refleja la falta de prolijidad del Ministerio de Salud en el seguimiento legislativo, pero también del ministro secretario general de la Presidencia, Cristián Larroulet, por la nula gestión al respecto. A pesar que el proyecto lleva años de discusión parlamentaria y donde todos los actores han presentado sus puntos de vista, la semana previa a la votación del proyecto en el senado, los aparatos del gran empresariado realizaron una ofensiva en contra de la ley. Curiosamente, el punto de apoyo de la campaña de desprestigio fue la prohibición de vender comida chatarra en las universidades.

Era obvio que los aparatos del empresariado apuntaban a otros puntos de la ley.

Los hechos mundanos son precisos. Se puso al ministro Mañalich contra la espada y la pared. Mañalich habría protestado y rezongado, pero luego sacó una insólita declaración. El ministro Mañalich, en una entrevista radial aumentó la carga emotiva y descalificó la ley, como la ley del Súper 8. Desde ahora, sin imaginárselo, en las redes sociales, Súper 8 será su avatar.

Por otro lado, el presidente del Senado, Guido Girardi, se “bajoneó”. Se puso nervioso pues claramente toda la presión empresarial recaería en sus hombros. Esa tarde, el jueves 14, lo qué son las cosas, se quebró un hueso del pie.

La ley se votaría el martes 19 en el Senado a las 16 horas.

El día lunes 18 se produjo la negociación, una extraña transacción, entre el Senador Girardi y el ministro de Salud. Allí se tacha el artículo que prohibía la publicidad de los sucedáneos de la leche materna.

Lo que ocurrió en el Senado el día martes 19 fue notable. Girardi no estaba presente. Su dolencia en el pie lo llevó a internarse a una clínica.

El proyecto se aprobó por amplia mayoría.

El día jueves 21 se aprobó también en la Cámara de diputados.

El proyecto está por ser promulgado. ¿A no ser que…? A no ser qué el Presidente Piñera vete el proyecto en alguna de sus partes o en su totalidad, en un plazo máximo de 30 días.

Se supone, según el pacto Mañalich-Girardi, que el Presidente vetará la prohibición de vender comida chatarra en las universidades (una tontera sobre lo que rechazo transversal) y la prohibición de hacer publicidad a los sucedáneos de la leche materna.

Sobre el último punto se abre una caja de Pandora. El Código de Comercialización de los Sucedáneos de la Leche Materna es un convenio internacional firmado ante la Organización Mundial de la Salud en 1981 por más de 108 países y por las empresas productoras de fórmulas lácteas. Las empresas se han comprometido a no hacer publicidad directa de esos productos para mantener la lactancia y los países firmantes, entre ellos Chile, a hacer cumplir este Código e incorporarlo a sus legislaciones en forma parcial o total. El tema se discute todos los años en la Asamblea Mundial de la Salud convocada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) donde se hace un relato de las violaciones del Código en los distintos países y donde las empresas se esmeran en demostrar su cumplimiento.

Y aquí comienza el Ministro a trastrabillar en su laberinto. La matrona Miriam González Opazo, presidenta de Comisión Nacional de Lactancia Materna, CONALMA, estaría discutiendo el asunto con las autoridades del Ministerio de Salud y estaría convocando a sus miembros para discutir el tema.

¿Qué sombras, qué fantasmas habitan el Ministerio de Salud? ¿Se entera el ministro Mañalich del lío internacional al que se vería expuesto Chile, en la “Primera conferencia ministerial mundial sobre modos de vida sanos y control de las enfermedades no transmisibles” de la OMS, de los días 28 y 29 de abril en Moscú?

Ahora, explique señor ministro Mañalich en que lío ha metido al Presidente y a todo el Congreso de la República de Chile.