El proyecto parte de una iniciativa para prevenir la ludopatía y proteger a los colectivos más vulnerables de la sociedad chilena. Además de luchar contra el lavado de dinero proveniente de actividades ilícitas. 

La nueva ley contempla penas de reclusión menor con multas de hasta 10,5 millones de pesos para quien explote este tipo de máquinas sin tener autorización. 

Controlar el juego ilegal 

Uno de los motivos que llevaron a la elaboración de esta ley son la gran cantidad de salones de juego ilegal que hay a lo largo y ancho del país. No tienen licencia de casino, no pagan impuestos y su modelo de negocio se basa en las máquinas tragamonedas. 

Su proliferación se debe a un problema surgido en algunas municipalidades. Hasta ahora eran estas las que decidían si una máquina se consideraba como juego de azar o como juego de habilidad. Y en muchos casos se asignó la segunda categoría a artefactos que deberían pertenecer a la primera. 

Esto dio la oportunidad a muchos empresarios locales de abrir pequeños salones de juego llenos de estas máquinas. Como su municipalidad las había clasificado como juegos de habilidad, no había ningún impedimento para ello. Pero todo se basaba en una clasificación incorrecta, y en muchos casos, interesada. 

A partir de ahora, esto no será posible. La nueva ley describe de manera clara las características de las máquinas tragamonedas y no deja lugar para interpretaciones. Los jugadores aficionados a esta actividad tendrán que desplazarse a un casino si quieren continuar con su hobby.  

Aquellos que no tengan ninguno cerca de su casa tendrán que recurrir a los casinos online de Chile. La oferta es amplia y es posible encontrar en Internet guías con reseñas, comparativas y opiniones de usuarios. Así se puede saber de antemano si ofrecerá los juegos que el cliente anda buscando. 

Proteger al ciudadano 

Uno de los problemas de los casinos irregulares está en que son mucho más permisivos que los legales. No es raro encontrar en ellos a menores o a personas con problemas de ludopatía y consumo abusivo de alcohol y otras sustancias. 

Esto convierte a estos locales en puntos conflictivos, que acaban causando malestar a los vecinos del entorno. 

Así y todo, algunos senadores de ideología liberal como Miguel Insulza o Juan Pablo Letelier defendieron el derecho a elegir. Indicaban que por el hecho de que unas personas tengan prohibido jugar, no se puede prohibir la actividad de manera generalizada. Hay otros que sí pueden practicarla.  

Evitar el lavado de dinero 

Otro de los asuntos que trae de cabeza al Gobierno es el blanqueo de capitales. Especialmente cuando se trata de dinero obtenido en actividades ilegales, como venta de drogas, extorsiones, robos o redes de prostitución. 

Y se ha venido demostrando en repetidas ocasiones que los salones de juego ilegal son un punto en el que resulta sencilla esta