Escasez hídrica en Atacama: La mirada desde el mundo Agrícola

16 Septiembre 2011

Para poder hablar del tema hídrico, vale señalar que además de ser la problemática, Copiapó está dentro de una zona desértica de por vida. El Desierto de Atacama.

Daniela Cruz Fe... >
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Para hablar de Copiapó, hay que hablar de historia. El Agro junto a la minería ha sido durante casí 60 años uno de los mercados que se han desarrollado con bastante éxito en la ciudad. Hoy se ha visto afectado por diversos factores, variedades climáticas, alza del costo de producción y la escasez de agua, que nos lleva a no tan solo a hablar del presente.

Hoy en día no es de extrañarse que mucha gente encuentre curioso que el río Copiapó no tenga agua, que el embalse tenga poca agua, pero, la historia nos cuenta que el embalse Lautaro hasta el año 87 no demostró un acrecentamiento en el agua, y el río pasaba directo y no se acumulaba. En el año 87 fue una excepción y desde ahí en adelante como una forma de administrar distinta el recurso hídrico a raíz también de que el valle se ha ido tecnificando, se fue colocando riego por goteo en las plantaciones y estas fueron aumentando,  por lo que la distribución del agua se hizo de la forma diferente y eso ha hecho que el embalse tenga agua actualmente.

Dentro de esta pequeña especie de marco histórico en la ciudad, es que se hace necesaria para poder hablar del tema hídrico, vale señalar además que Copiapó está dentro del desierto de Atacama, pero está dentro de una zona desértica de por vida.  Rafael Prohens, Presidente de la Asociación de Productores y Exportadores Agricolas del Valle de Copiapó A.G. (Apeco), que además pertenece al mundo del Agro hace más de 60 años de la mano de las primeras plantaciones de parras, los pioneros, señala respecto a la problemática hídrica y haciendo un poco de historia que “nuestra familia por lo menos que tiene más de 60 años casi 70 años erradicados aquí en la zona, uno lee la historia de la época de Pedro León Gallo y ya habla de que Copiapó es una zona desértica, por lo tanto quiero contextualizar eso porque hoy día obviamente que estamos viviendo en una situación distinta, los cultivos son diferentes, antes había quizás alfalfa, algo de maíz, y algunos cultivos de frutales pero menores  y eso se intensificó a partir del año 75 y obviamente que el sector agrícola empezó a consumir un poco más de agua o más agua”.

La escasez por la que atraviesa la región no es menor, una situación compleja,  que muestra actualmente en un contexto general que se le da un tratamiento a la problemática del valle de Copiapó, “aquí se ve al valle de Copiapó como si fuera un valle de la zona sur, se otorgaron derechos por parte del estado a un organismo que depende de ellos que es la DGA como si esto fuera la cuenca del río Maule, del río Biobío o quizás otro y se otorgaron derechos tanto para mineras como para agricultores y otros, y terminamos en esta problemática hoy día. La verdad que desde mi punto de vista es que la cuenca del río Copiapó toda la vida ha sido una cuenca frágil en cuanto a recurso hídrico, porque el agua nunca ha sido en abundancia y que resiste algunas actividades o alguna acotación de acá pero no es capaz de soportar todo lo que viene, eso sí que nosotros lo tenemos claro hoy día lo que esta puede sobrevivir, algunos sectores mejores que otros , la zona de Copiapó – tierra amarilla, que es denominada la zona 4 que es la más complicada, y es donde la agricultura tiene la menor cantidad de derechos, tiene solamente el 16% de los derechos cuando se otorgaron de origen, del primer beneficiado, hoy día eso a cambiado porque los derechos han pasado de manos a otros, pero en base a eso la agricultura tiene solo el 16% de los derechos de ese entonces”, señaló Rafael Prohens.

Por lo tanto, es evidente a la mirada del espectador que la escasez hídrica no es insipiente, existe responsabilidad en ese sector, en esa área  que hoy día está denominada como la cuarta zona hidrográfica del valle de Copiapó, que antiguamente presentaba a la cuenca como una sola, y en la actualidad la Dirección General del Aguas (DGA) lo ha definido en que el valle tiene 6 cuencas -ordenándola de seis a uno-:  la de la localidad de Piedra Colgada hacia abajo, la de la línea de ferrocarril de la universidad hacia Piedra Colgada, la que abarca desde la línea de ferrocarriles hasta el sector de Tierra Amarilla, la otra zona llega hasta el sector La Puerta, otra hasta el embalse Lautaro y después está la zona cordillerana.

 Tras lo señalado cada zona es una cuenca distinta, por lo tanto si son cuencas distintas quiere decir que las acumulaciones no dependen una de otra si, no que cada una por si sola y en ese tenor el cuarto distrito –que pertenece a Copiapó – Tierra Amarilla- tiene una complicación que es muy alta, es decir, este distrito afecta a la comunidad. Una de las cosas que enfatiza el Presidente de Apeco y hombre de historia agrícola del valle de Copiapó  “yo he venido plateando hace mucho tiempo, el sector productivo tiene que tener mucho cuidado porque cuando las aguas empiezan a escasear en la comuna es un bumerán que se nos bien y ahí no van a ver ni agricultores ni mineros, vamos a ser todos igual de responsables y eso es un tema que nosotros tenemos que cuidar. Tenemos que tener mucho cuidado de que las ciudades no solamente en particular lo que es Copiapó no vivan problemáticas de aguas, porque es algo que ellos no tiene responsabilidad alguna, la responsabilidad es de la misma empresa que administra el recurso hídrico de no adelantarse a los problemas que conoce el valle, ellos seguramente están al tanto al igual que nosotros de todo lo que está pasando”.

El sector productivo debe tener algunas cautelas con respecto  a este tema, hasta hoy se tienen responsabilidades compartidas entre todos –empresas, agricultores, minería etc-.  Entre esto es válido señalar que la provincia de Copiapó abastece hasta Chañaral 167 kilómetros más al norte. Respecto a la escasez hídrica si bien es cierto que se está viviendo una situación generalizada, en  la agricultura mayoritariamente está en una zona donde todavía ese efecto no es algo que se note tajante, a modo de decir de que no cuentan con agua, que no van a poder regar,  nos cuenta Rafael Prohens, dentro de las posibles variables que conlleva el agua en el agro “hay varias variables, uno es que los pozos se agotan de por si en el sentido de la estructura de pozo, tapándose, van extrayendo menos agua, la limpieza, las mantenciones, pero en término general reconocemos que las napas han bajado, pero desde nuestro punto de vista la agricultura no corre el riesgo de quedarse sin agua, salvo como dice de que los proyectos nuevos que vengan, se instalen en esa zona y ahí obviamente la forma de bombear, es distinta a la forma que bombea el agua en la agricultura. Y allí hay un tema, hay una discusión para largo, en que no nos echemos la culpa a otros. Por ello, lo que yo planteo es que la cuenca de Copiapó ya no soporta más actividades ni agrícolas ni mineras salvo las que ya hay, porque con las que tiene hay complejidad y eso no lo podemos desconocer, aumentar eso es aumentar la complejidad, si queremos preservar la provincia de Copiapó como un ente productivo tenemos que cuidar entre todos, aquí tenemos que todos velar por el bien común de todos, protegiendo principalmente a la ciudad, es una condición sin cuestionamiento que debiéramos tener todos”, indicó.

Declarar a la zona como de escasez hídrica

Declarar a la zona como de escasez hídrica es una constante petición que se escucha. Autoridades, concejales, empresarios, productores, ciudadanos, etc. Curiosamente eso no ha pasado y al colectivo social tiene la inquietud del llamado de atención que no se haya hecho, si recordamos un tiempo atrás, tras una crisis en la cuarta región que ésta si se declaro zona de escases hídrica –que cuenta con lluvias no mayoritariamente pero si en un grado de ayuda- y que en comparación a Copiapó, que vive en una sequia permanente no se ha tomado en cuenta.

 Soluciones a la vista que no se han evidenciado muchas, pero si lo que está claro es que lo que se tiene que hacer es ser eficiente en el uso del agua y entender que el valle soporta una cierta cantidad, no puede soportar más de lo que ya soporta. Todo lo que venga –en la mirada del crecimiento empresarial- tiene que ir en busca del recurso hídrico a otra zona para no seguir recargando la cuenca, otra de las cosas que enfatiza el Presidente de Apeco y hombre de historia agrícola del valle de Copiapó, es que se tiene que  ver como se puede descolgar algunas cosas que salen del valle con consumo hídrico recorriendo kilómetros y kilómetros.

En esta problemática se tiene que ver  que puede haber otras alternativas que pueden ser más baratas, o pueden ser más viables que seguir dependiendo de lo poco que ya nos queda en la zona. No es de desconocimiento en la ciudadanía y en el sector empresarial y agrícola que el gobierno nacional ha estado trabajando en un plan hídrico en conjunto con otros actores, “nosotros como Apeco participamos con ellos, hicimos algunas sugerencias, el cual hay que partir por todos, como por ejemplo que en los colegios de atacama en general separen las aguas duras de las aguas blandas o las grises, que las aguas grises se puedan procesar y ocupar en riego de los establecimientos educacionales, hay muchas cosas chicas que se pueden hacer para ir planeado este tema y nosotros tenemos que aprender a usar más eficiente el agua. Nosotros estamos acostumbrados a regar de una forma por hectáreas, y a lo mejor vamos a tener que empezar a aplicar tecnologías para ver si podemos bajar el consumo, por lo qué estamos haciendo un estudio que dura 5 años, en el cual vamos a determinar si por vía sonda podemos ser más eficiente en el consumo hídrico del valle, desde la agricultura”, señaló Rafael Prohens.

Además, agregó que “esto es un tema de desafío permanente Copiapó que no se va resolver ni con mi generación, ni con las que vienen, lo paradójico es que en este país el 70% del agua dulce cae al mar que chile produce a través de ríos y el 30% lo ocupamos para consumo país, estamos hablando de minería, industrias, consumo, ciudades, todo chile ocupa solamente el 30% y el 70% cae al mar. Entonces si uno analiza si Chile es un país de sequia no lo es, Chile tiene agua, lo que pasa es que la tiene mal distribuida y no se han hecho quizás las inversiones de distribuir esa agua de mejor forma y que no se pierda en el mar. Es el desafío que tenemos como país, no solamente para el norte”.

Problemática hídrica que viene de la mano con el desarrollo acelerado que está viviendo la región y en específico la ciudad, que se encuentra en el ojo de inversionistas, empresarios y otros. Pero que pone al país en una temática de modernizarse para tomar decisiones y en el caso especifico de la ciudad, con la escasez hídrica es lo mismo; el tema hídrico es vital para el desarrollo de cualquier país del mundo y así como se muestra Atacama que tiene y quiere seguir desarrollándose, a conciencia general y colectiva es evidente que tiene que resolver su problema hídrico, no es solo una problemática que afecta  a los privados, si no que también al mundo agrícola, al minero, a los ciudadanos; y es un tema –claro está- tras varios dimes y diretes entre consumidores de agua y la empresa que la distribuye –por cortes y mala calidad del suministro- que se enfoca también a la concesionaria, porque –claro está- que esta región, la Región de Atacama, no soporta tener tarifas tan altas en el consumo del agua como las que tiene y lo escaso que se vuelve día a día el recurso. 

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