Despilfarro y estatus

Despilfarro y estatus

30 Marzo 2011

Pocos son l@s chilen@s que manifiestan su insatisfacción al alza de productos y servicios básicos, mientras la mayoría sigue "feliz" consumiendo y despilfarrando lo que no tiene en busca de lograr un mejor estatus social para convertirse en el símbolo "exitoso"del modelo económico.

Verónica Zamorano >
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A pesar de las quejas que se presentan a menudo sobre el alza constante de los servicio: agua, luz, gas, combustible que sube todas las semanas, y del alto costo de los productos básicos de consumo alimenticio. Pocos son l@s chilen@s que manifiestan con hechos concretos esta insatisfacción, mientras la mayoría sigue feliz consumiendo, gastando y despilfarrando lo que no tiene en busca de lograr un mejor estatus social para convertirse en el símbolo que el modelo económico nos crea, el del hombre exitoso.

Las noticias señalan que hay problemas energéticos, que la capacidad instalada no se condice con la demanda. Pero  como colectivo no tomamos las medidas para bajar el consumo de electricidad: las grandes tiendas mantienen los televisores encendidos, y en las noches los letreros luminosos anunciando nuevos productos de consumo tiende a aumentar, en los hogares no todos contribuyen  apagando las luces y en ciudades como Antofagasta hasta hace tres semanas la avenida principal presentaba hermosos juegos de luces en cada palmera.

Otro despilfarro inconcebible es el del agua. El recurso más preciado que tenemos, el que nos hace vivir, no arreglamos las llaves que gotean, las tuberías rotas, bajo el chorro de la manguera se limpian los pisos en algunas casas y se lava el automóvil.

Un informe nos indica que el mercado de marcas automovilísticas Premium ha crecido significativamente, muestra  de ello es que durante el 2010 se produjo escases de productos marca Audi ya que las planificaciones fueron menores a las demandas. Esto constituye para un sector de la sociedad un motivo de orgullo  y de estatus. Hay  familias en las que cada miembro tiene su auto y a la hora de trasladarse a un lugar cada uno utiliza el suyo, con lo que se genera todo un gasto en gasolina en sus desplasamientos, además de sumar al parque automotriz.

Igual situación se experimenta con el uso de los celulares, que la verdad sea dicha nos permiten hablar más, pero comunicarnos menos, todo el mundo habla aun cuando va cruzando la calle o conduciendo, aunque sabemos que esto no es permitido, incluso no resulta extraño ver a personas con pocos recursos con más de un celular.

Hasta unos pocos años atrás, entre los símbolo de estatus de los ejecutivos estaban los relojes Rolex o los mercedes, por nombrar algunas marcas de prestigio…Pero esto solamente pasa en la población que goza y disfruta del auge económico que experimenta el país. Los demás, que son una gran mayoría, que no llega a fin de mes, se hunde más en la aspiración que tiene de llegar a tener lo que otros pocos tienen u optan por posiciones radicales y de allí se generan los conflictos sociales.

Ojalá que llegue el día en que como colectivo evitemos los derroches y que los  símbolos de estatus sean leer libros, visitar museos, sostener conversaciones interesantes. Para eso debemos trabajar todos en conjunto y promover un cambio de actitud, primeramente, hacia lo que es y no es un símbolo de estatus, y lograr que las ganancias del boom económico lleguen hasta los más pobres y olvidados de esta patria.

FOTO: http://cuestiondedinero.wordpress.com