Como la economía del desarrollo podría ayudar a Chile

Como la economía del desarrollo podría ayudar a Chile

09 Noviembre 2020

Considerar sólo variables Macroeconómicas para asegurar la estabilidad de un país me parece un grave error desde el punto de vista económico. Los índices de gobernanza y de libertad económica están muy lejos de reflejar la realidad social. 

Planck Barahona >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Desde el retorno a la democracia en el año 1990, nuestro país ha sido constantemente elogiado por su destacada conducción Macroeconómica. El Ranking lo elabora anualmente América Económica, en base al desempeño que han tenido los Ministros de Hacienda. El estudio considera una serie de variables Macroeconómicas y de gobernanza que reflejan la estabilidad económica, en temas tales como; el crecimiento económico, la inversión, el empleo y el fortalecimiento institucional. En otros estudios, Chile destaca en el ranking de los países del mundo con unos de los mayores Índices de Libertad Económica.

Revisa también: Resultado SIMCE: ¿Una educación segregada?

No se trata de desconocer los avances que ha tenido Chile en los últimos 30 años. Pero, las cifras Macroeconómicas que nos informan los organismos internacionales distan mucho de la realidad del bienestar que gozan los individuos de nuestra sociedad. Entonces, ¿qué ocurrió en los últimos 30 años para que las políticas económicas no lograran resolver los problemas básicos de la población?¿ acaso la formación profesional de nuestros economistas tiene algo que ver con los resultados económicos del país?. Sí y mucho. Fíjese usted que la economía forma parte de las Ciencias Sociales y nos ayuda a comprender el comportamiento de las personas en una sociedad. La economía nos proporciona la base teórica y la evidencia empírica para diseñar políticas públicas que mejoren la calidad de vida de las personas. La economía requiere, entonces, un cierto grado de empatía social. Este hecho quedó demostrado en las horas previas al estallido social. El “panel de expertos” sube 30 pesos en el transporte Metropolitano sin considerar criterio social alguno. Pero, ¿es eso posible en un Modelo Económico? claro que sí, en cualquier modelo puede incluirse un componente que capture un problema social.

Creo, en este sentido, que el resultado de las políticas económicas tiene mucho que ver con la formación académica de nuestros economistas. Para entenderlo mejor, basta leer el artículo del año 2010 How Milton Friedman Saved Chile (Cómo Milton Friedman salvó a Chile) de Bret Stephens. El autor hace una apología muy interesante al legado del premio Nobel de economía y de qué manera se gestó la implementación de las políticas neoliberales en Chile. En los años venideros muchos de nuestros economistas contribuyeron a cimentar la base de nuestro modelo económico actual basado en los principios de Friedrich Von Hayek y refrendado en el Consenso de Washington en la década del año 1990. Me atrevería a decir que los economistas más influyentes en esta línea han sido, Nicolás Eyzaguirre (Universidad de Harvard), Andrés Velasco (Universidad de Harvard), Felipe Larraín (Universidad de Harvard), Vittorio Corbo (MIT).

En contraposición a las políticas neoliberales comienzan a surgir nuevos economistas anónimos con una mirada social, reforzando el interés por una economía que busca resolver los problemas de pobreza y la desigualdad en América Latina. Es lo que se denomina la Economía del Desarrollo. Su génesis se remonta a la década del año 1940, pero es en estas últimas décadas, de la mano de la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina (CEPAL), que la Economía del Desarrollo ha adquirido un mayor protagonismo. Los estudios empíricos, en esta línea, han encontrado que la pobreza y la desigualdad en nuestros países se han transformado en una limitante para el crecimiento y desarrollo, desagarrando el tejido social. Economistas de renombre dedicados al estudio de la desigualdad tenemos a Josepg Stiglitz (premio nobel de economía del 2001), autor del libro “El precio de la Desigualdad”, Paul Krugman (premio nobel economía 2008) y los premios nobeles del año 2019 otorgados a Abhijit Banerjee, Esther Duflo y Michael Kremer por el estudio “Para aliviar la Pobreza Global”. Sería imprudente dejar de lado al economista francés Thomas Piketty, con su libro el Capital del siglo XXI.

Revisa también: El efecto de la pandemia y la migración

Considerar sólo variables Macroeconómicas para asegurar la estabilidad de un país me parece un grave error desde el punto de vista económico. Los índices de gobernanza y de libertad económica están muy lejos de reflejar la realidad social. Definitivamente, necesitamos una nueva generación de economistas de la talla de Thomas Piketty.