Se terminan las celebraciones del 18 de septiembre y con ello se aproxima la llegada de la primavera, lo que trae consigo la preocupación por vernos bien y estar en el peso adecuado luego de varios días de festejos.

Ir al gimnasio después de un largo tiempo sin hacer actividad física, no sólo puede causar agotamiento o dolores musculares, sino también es posible que se puedan provocar lesiones graves si no se tienen las precauciones adecuadas.

Según el kinesiólogo de Clínica Vespucio, Alberto Montero, todos los organismos funcionan de manera diferente, por lo que el ejercicio elegido y su frecuencia se ajustan a cada persona. “Lo primero que se debe hacer es un chequeo médico con un profesional de la salud. En caso de asistir a un gimnasio, se debe programar un entrenamiento mensual. Lo más recomendado para partir es realizar ejercicios aeróbicos en elíptica, bicicleta o caminadoras”, asegura el profesional.

A pesar de nuestro apuro por querer bajar de peso, Montero explica que los cambios físicos significativos se aprecian después de un mes de entrenamiento, y en el caso de estar enfocados en el control del peso, sus resultados son a largo plazo. Para ver efectos, el proceso podría demorar entre 6 a 12 meses. “Si el objetivo es perder kilos, el ejercicio debe ser acompañado con cambios en los hábitos de alimentación asesorado por un nutricionista o nutriólogo”, concluye.

La importancia de elongar

El especialista asegura que es importante elongar antes y después de una actividad física. “El realizar ejercicio requiere ciertos cuidados y preparativos que no difieren entre un principiante y un deportista profesional. Elongar es la preparación que el organismo necesita para estirar los músculos antes de comenzar cualquier movimiento”, explica. Esto se debe realizar por lo menos 15 minutos, para prevenir desgarros o contracturas.

Siga estas recomendaciones antes de empezar a realizar ejercicios

• Antes de comenzar con una rutina, acudir al médico si tiene una patología crónica como hipertensión, problemas coronarios o diabetes.

• Llevar una vestimenta cómoda y calzado adecuado a la actividad que se escoja.

• Hacer un calentamiento previo que incluya elongación y ejercicios cardiovasculares como trote, bicicleta o caminata.

• Hidratarse antes, durante y después del ejercicio.

• Cuidar la alimentación, evitando grasas saturadas, exceso de sal y de azúcar.

• Mantener una frecuencia constante de entrenamiento, idealmente tres veces por semana.

• No frustrarse. Si no logra los resultados en un corto plazo se debe ser perseverante. La adaptación del organismo es progresiva.