¿Y los mineros oirán sus poemas algún día? Raquel, la hermana de Alejandro Jodorowsky

¿Y los mineros oirán sus poemas algún día? Raquel, la hermana de Alejandro Jodorowsky

20 Agosto 2014

¿Se habría imaginado usted que el artista y psicomágo tenía una hermana poeta? Y que su capacidad lírica pudo haber sido la causa de su separación...“No conozco el alfabeto de los mudos o los signos que callan tanto horror”.

Karen Pesenti >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Se ha hablado tanto del psicomágo Alejandro Jodorowsky y tan poco de su hermana, exiliada en Perú por opción, donde fue valorada y conocida.

Raquel  Jodorowsky se entregó a una adolescencia de claustro, encerrándose a escribir cada vez que oía a sus padres pelear.

“Naci geminiana dentro de una mina de cobre… en el borde del desierto de Atacama, cuando ví por primera vez un árbol. Creí que era un señor. Lo saludé”.  De forma casi irónica Raquel nos cuenta su vida en el desierto donde jugaba con lagartos y arañas.

Ella nos encara con una poesía desértica y fuerte, como el ocre de los cerros de Atacama. Raquel escapo al norte para no alejarse mucho de su tierra.

Aun cuando vio el mundo con sus propios ojos, fue amiga intima de Allen Ginsberg y participo en “La Montaña Sagrada”. Declaró que fuera de la poesía no ha existido y por lo mismo pudo publicar 15 libros. También experimento con la pintura, pero como ella misma dijo es en la "poesía donde existe", y lo tiene todo: un loro, un hijo y el mundo.

Raquel que nació en géminis, muere en libra a los 82 años en Perú, como símbolo de haber sido aire, de haber sido arte y como representación de su paseo por la poesía y la pintura  es que ambas estrellas la cobijaron.

Cuenta la leyenda que sus sobrinos trataron en dos ocasiones reconciliarla con su hermano, pero una vez ella se escondió y otra Alejandro llenó de tal manera su agenda para no verla, ¿por temor al perdón o a abrir viejas heridas que ambos creen no poder cerrar?

Raquel, la que deseo que los mineros la escucharan, la que jugó con arañas, lagartijas y perros bravos guardianes del oro, porque para ella las muñecas parecían muertos y con los muertos no se juega.

Con la tragedia en sus genes la poeta abandonada en el internado de señoritas un día, en Perú, sintió golpear su puerta, era su madre que la buscaba, de cabello blanco se quedó con ella hasta que la muerte se la llevó.