Productora atacameña estrena “Diablada”, cinta se grabó en Vallenar y está inspirada en los femicidios de Alto Hospicio

12 Abril 2021
La película de la productora vallenarina Yestay retrata como las mujeres desaparecidas -casi todas adolescentes- y sus familias, viven múltiples discriminaciones basadas en el clasismo y la misoginia del aparato estatal.
Nataly González Díaz >
authenticated user Corresponsal Corresponsal Ciudadano

Diablada. Yo no me fui, a mí me mataron”, es una historia de ficción que transcurre en Molle Viejo y se centra en un papá y su única hija Nené, quien un día no regresa a casa. El padre comienza una frenética búsqueda junto a otras familias que viven igual drama. A esta cruzada se suma Rosaura (Catalina Saavedra), una policía que empatiza con la causa.  

La película de la productora vallenarina Yestay retrata como las mujeres desaparecidas -casi todas adolescentes- y sus familias, viven múltiples discriminaciones basadas en el clasismo y la misoginia del aparato estatal.

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Su director, Álvaro Muñoz, resume que “evidentemente tiene aspectos de discriminación de género, en este caso bastante explícito en cómo las policías tratan a la gente, a las mujeres; también la discriminación económica, por ser pobres las personas tienen otro trato en este país”.

Las familias de Alto Hospicio rechazaron insistentemente las teorías que plantearon las policías, la justicia y las autoridades políticas, las que fueron replicadas por los medios de comunicación de la época, fuertemente criticados por sus coberturas, en general faltas de ética, de enfoque de género y de derechos humanos. Acusaban a las 14 jóvenes secuestradas y asesinadas entre los años 1998 y 2001 de haber abandonado voluntariamente sus hogares para arrancar de la pobreza o la violencia. Solo el testimonio de una sobreviviente que logró escapar permitió la captura del femicida, Julio Pérez Silva, actualmente condenado a presidio perpetuo calificado por violación y homicidio.

Asimismo, y en alusión al título de la película, agrega que la discriminación está presente “a través de un personaje que quiere ser “diablo” en la Diablada, pero no se le permite por ser mujer”. La Diablada es una danza religiosa nortina donde quienes participan bailan portando máscaras en honor a una santidad y en la que, paradójicamente, el Diablo Mayor es el primer bailarín, siempre hombre.

Álvaro Muñoz subraya que la cinta no nació solo para mostrar los hechos que acontecieron en Alto Hospicio, recordados como una vergüenza internacional por la negligencia del Estado de Chile frente a las desapariciones de mujeres, sino para graficar además la realidad de la violencia de género en Latinoamérica. “Estaba la desidia de las policías e instituciones, en un contexto donde montones de políticos repetían que las instituciones funcionaban, pero había un subsuelo que era el machismo donde no funcionaba nada y todavía nada funciona”, señala.

Forman parte del electo de “Diablada” Catalina Saavedra, Daniel Candia, Karin Mayorinca, Claudio Troncoso, Ana Reeves, Constanza Rojas y Gabriel Urzúa. María Olga Matte, actriz de larga trayectoria en nuestro país, es también parte de la película. “Uno de mis temores como madre, y no soy muy aprensiva, siempre ha sido que se pierdan mis hijas y esto tocaba uno de mis miedos”, relata, junto con destacar el contraste de la belleza del paisaje del desierto con la cruda fealdad originada por la actividad humana, situación que -dice- provoca sentimientos de desolación. “Hicimos grabaciones de noche en unos vertederos, después en partes del desierto, con ese frío que te cala. Literalmente nos pasó por el cuerpo a todos”.

Cine en la provincia de Huasco

Eduardo y Teresa Salinas forman Yestay y son los productores ejecutivos de todos los proyectos audiovisuales que desarrolla la productora de la ciudad de Vallenar. Entre sus trabajos están las series animadas “Cuenta la leyenda” y “Tararea”; los documentales “Skoi, mujeres de mar” (cortometraje) y La Otra Teresa; el cortometraje animado “Tololo Pampa” y el cortometraje ficción dirigido también por Álvaro Muñoz “Hombre eléctrico” (FNDR Atacama, Fondo Audiovisual CNCA), ganador de más de treinta festivales en todo el mundo.

La investigación de Yestay para “Diablada” estuvo encabezada por Teresa Salinas y duró dos años, entre 2015 y 2016, tiempo en el que se entrevistó con las familias de Alto Hospicio, conversaciones que dieron origen al guión inédito a cargo de Omar Saavedra Santis.

“Principalmente quisimos darle un enfoque distinto a como se ha abordado el tema ya que desde que comenzaron los secuestros hasta el día de hoy siempre se le ha dado un enfoque sensacionalista, por decirlo suavemente, pero poco a lo que fue el drama de las familias; entonces quisimos demostrar que se puede hacer otro tipo de película y no estar sujeto siempre al estereotipo del thriller, que no tengo nada que decir sobre el género pero me parece que esta película no era para eso”, enfatiza Eduardo “Bam” Salinas.

“Es una historia inspirada en Alto Hospicio, pero ficcionada por respeto a las familias y porque si bien partieron de un caso específico, es una historia que se repite durante los años, como el caso de Copiapó que es reciente”, explica en referencia a las desapariciones, secuestros y femicidios ocurridos en los últimos años en la capital regional, donde se reitera la negligencia del Estado para garantizar el derecho de las mujeres y disidencias a una vida libre de violencias y para entregar justicia y reparación a las familias de las víctimas de la violencia machista.

Para el productor ejecutivo de “Diablada”, junto a la discriminación de género y social existió discriminación geográfica producto que las adolescentes de Alto Hospicio eran de una región del norte, “de una toma, de un lugar perdido en el desierto, y obviamente el caso no tuvo la repercusión que hubiera tenido si hubiese pasado en Santiago”.

Fueron seis semanas de grabación en la provincia de Huasco, principalmente en Vallenar, en el sector Cuatro Palomas Sur, lugar en el que realizaron un trabajo colaborativo con la comunidad que vive en la toma. Otras locaciones se filmaron en las comunas de Huasco y Freirina.

En el rodaje se integró a las comunidades locales, con equipos que fueron capacitados para cumplir roles técnicos. “Siguiendo la línea de lo que habíamos hecho con Hombre Eléctrico, incorporamos gente de la zona, no solo como extras que es lo más típico, sino en algunos roles un poco más secundarios y en cargos de asistencia o técnicos en los que se les capacitó para que pudieran ser parte del equipo”, cuenta el productor ejecutivo de “Diablada”. Añade que como productora “nuestro enfoque ha sido el fomentar y promover la producción regional y los/as artistas locales, siempre hemos trabajado bajo esa base”.

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Diablada. Yo no me fui, a mí me mataron” se estrena vía streaming el 8 de mayo a las 22:00 horas con venta de entradas a través de PuntoTicket.

“Estamos muy felices de poder decirle a la gente que se estrena, imagínate que grabamos el 2017 y participó mucha gente de la zona, estuvimos rodando en su lugar de trabajo, en su edificio, en su población, entonces sabían que venía la película y me llamaban, me preguntaban ¿cuándo se estrena?”, manifiesta el productor sobre el estreno que, como ha ocurrido con muchas películas nacionales e internacionales, será virtual debido a las restricciones impuestas por la pandemia de COVID-19.

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