Una mala noticia reiciberon los familiares y amigo de Betty Griel Gallaher.

La enfermera trabajó 4 décadas en la sala de emergencias del Coosa Valley y Medical Center, Alabama.

Betty debió jubilarse hace un tiempo, pero tomó la decisión de seguir trabajando en el recinto de salud para combatir los contagios de Covid-19 en cientos de peronas que llegan al lugar.

Por su experiencia, la enfermera había sido bautizada como “Miss Betty”, cuando en marzo del año pasado le pidieron que fuera a su casa por ser parte de la población de riesgo, Betty se negó rotundamente.

La enfermera comenzó a sentir síntomas el 19 de diciembre pasado y tras realizarse el PCR arrojó positivo, tras ello, transcurrieron días difíciles, hasta que murió.

El 10 de enero pasado, cuando cumplió 79 años, Bettty, terminó falleciendo horas después, dejando un profundo dolor en su familia y compañeros de hospital, quiénes reconocen su enorme labor para afrontar esta pandemia.

"Lo hizo porque así es ella, esta era su vocación. Este era su propósito y plan para su vida“.

Nikki Jo Hatten y enfermera de emergencias de Coosa Valley señaló que su ex compañer era una persona preocupada, “Ella te detenía aunque estuvieras ocupado, sólo para asegurarse de que estuvieras bien”, resaltó.

“El día que falleció, casi todo nuestro personal de emergencia fue y llenó esa habitación”, declaró una compañera,“No era la forma en que queríamos que se fuera, pero me alegro de haber estado ahí”, declaró Hatten.

Tras el duro golpe de su muerte, ahora lo turnos nocturnos se llenan de las historias que contaba la enfermera, recordándola con mucho cariño.

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