En un bar nos sentamos a conversar con una de las figuras de mayor proyección de la literatura en Atacama, quien nos habló sobre su particular manera de vivir la poesía y –en exclusiva- nos adelantó algunos fragmentos de su próxima obra.
Titulo Exterior:
Víctor Munita: “la poesía es un arma de servicio que en algún momento
En un bar nos sentamos a conversar con una de las figuras de mayor proyección de la literatura en Atacama, quien nos habló sobre su particular manera de vivir la poesía y –en exclusiva- nos adelantó algunos fragmentos de su próxima obra.
La caricatura del poeta, esa de la que algunos se burlan y de la que otros se cuelgan, se viene abajo cuando Víctor Munita Fritis entra en escena. No trae jockey inglés ni pipa, tampoco palabras rebuscadas ni modales cortesanos. Es un hombre común y corriente por cuyas venas palpitan versos necesarios. Es un copiapino -de tres décadas- que pasa desapercibido entre sus pares, hasta que de su bolso saca un libro, uno de los 6 libros que ya tiene a su haber, como "La Patria Asignada", poemario publicado en noviembre pasado que ha recibido excelentes críticas.
Sencillo… A nuestra invitación de tomar un café o una cerveza, sin pensarlo prefirió la segunda opción. Es fanático de Deportes Copiapó y lo hace sentir.
Un bar en calle Atacama, algo nada especial, ni siútico ni underground, fue el lugar donde fuimos a conversar con él, por cierto, refrescándonos del calor.
¿Víctor, tú que eres un poeta poco convencional, por decirlo así, cómo se puede definir o autodefinir un poeta?
Me carga esa huevada del “qué eres tú”. Imagínate, vas a un cóctel o a una comida, y te preguntan “qué eres tú”, “soy poeta”… qué lata, qué fome. Encuentro que es una tontera tan grande andarse definiendo como persona. O sea, yo escribo versos, escribo poesía por necesidad, por una necesidad de vida. A veces no sé qué utilidad tiene la poesía, pero eso también es porque estamos acostumbrados a que todo tenga una utilidad. Y hago quizás algo inútil, pero tan necesario…
¿Y no te molestan los círculos o talleres literarios? La experiencia me indica que en ellos a veces participan personas que buscan estatus o simple reconocimiento… ¿No hay un permanente conflicto de poder o de competencia?
Si viene un compadre y te dice “oye, yo soy mejor que tú, más poeta”; ya, vamos, muéstrame que estás haciendo. Es tan bacán que tiene que andar diciéndote que es bacán…, y eso ya genera duda.
Bueno, la opinión que yo tengo sobre los círculos literarios es bien compleja porque yo pertenezco a uno… Pero voy a defender lo mío. El grupo en el que estoy ahora es súper crítico del pasado literario de Atacama, creo que es un grupo que puede pararse de tú a tú con cualquier escritor. Y aún así sigue siendo un grupo tan humilde, hay gente que siempre está dispuesta a seguir aprendiendo, que lo que están aprendiendo lo están aprendiendo para ser mejores personas.
¿Tú eres presidente de la Sociedad de Escritores de Copiapó, ¿cuál es vuestra principal meta?
La meta es generar movimiento en el norte, esa es como la meta gigante que tenemos.
¿Generar movimiento bajo qué parámetros o en qué dirección?
A ver, te cuento. Cuando yo fui a Santiago con mi primer libro, “Pensión Completa”, estuve con un editor que fue súper pesado conmigo, pero creo que su pesadez fue muy buena para mí, muy significativa, m ayudó mucho, tomé muy bien sus críticas. Él me dijo “ah, de provincia… y del norte más encima”. Y, claro, pasa que en el norte no se conoce mucho al poeta, el movimiento poético está en la zona central y en la zona sur. En el norte el escritor que más pega es Hernán Rivera Letelier, en el pasado fue Andrés Sabella, y en el siglo XIX, pero en el siglo XIX, “Jotabeche”. Entonces dicen “ah, no está pasando nada en el norte”. Pero si tú ves ahora, sí hay movimiento; en Arica se está moviendo increíble.
¿Pero qué significa que haya “movimiento”?
A ver, el parámetro es que antes no habían algunas cosas y ahora sí las hay. Por ejemplo, revistas literarias, o que se abran editoriales y talleres. Se generó un movimiento llamado “descentralización poética” en todo Chile, este movimiento se gestó casi enteramente por internet y lleva 30 encuentros ya, y los encuentros se gestan casi sin recursos, casi todo se pide, esa es una cuestión bien interesante.
Acá en Copiapó puedo nombrarte que la Sociedad de Escritores va a sacar una revista y va a publicar 6 libros, y eso comienza a ser un movimiento fuerte en Atacama. Nosotros traemos escritores de distintos lugares para que vayan a hablar a los colegios, hemos traído a Pía Barros, Raúl Zurita, a escritores de peso. Entonces gestamos el conocer de las letras acá.
En el norte tenemos a muchos escritores jóvenes que se están desarrollando, y este asunto de las comunicaciones de internet te mueve y te abre más caminos.
¿Personalmente cómo vives o sientes la poesía?
Una vez escuché a Raúl Zurita decir que recién a los 50 años él pudo escribir lo que quería escribir, y que antes escribía lo que tenía que escribir para poder vivir. Y eso de alguna forma yo también lo he tomado, es un mensaje que de verdad me cayó súper bien, porque creo que está bien que uno cree trabajo, pero también uno tiene que pensar qué quiere leer la gente. Uno no puede estar o ser como un poeta “ziploc”, como hermético, escribiendo la huevada que uno quiere para esperar que venga la editorial y te lo compre. Lo encuentro una locura. Lo que uno tiene que hacer es pensar qué quieren leer los demás.
En mi caso, yo pienso que la poesía es un arma de servicio que en algún momento tiene que dispararse. Entonces, si quiero comunicar o decir algo, lo voy a hacer a través de la poesía.
¿Qué tan importantes son para ti, la sátira, la ironía, el sentido del humor?
El humor es un tema que a mí me fascina. El otro día escuchaba al “Palta” Meléndez, decía que uno de los personajes más malos en la historia era Merino, el General de la Armada, pero por qué en la sociedad chilena Merino no es visto como un maldito…, porque utilizaba el humor; “los martes” de Merino. El humor es muy importante, y para mí es una cosa esencial, o sea, de verdad yo encuentro que la vida no es una maravilla, pero los momentos de felicidad hay que aprovecharlos.
El intercambio de palabras continúa, no hay apuro. Y entre broma y broma, Víctor, que también es Corresponsal Ciudadano de El QueHayDeCierto, nos lee algunos fragmentos de su próxima obra, que será publicada a mediados de año, llamada “El Libro de las Revelaciones”, donde la Virgen María, su protagonista, es una mujer de carne y hueso:
Soy madre de un niño
Y su apellido no es el de su papá divino
Ni el de su padre biológico
Lleva el de su papá José
La duda ahora es
Cómo te explico qué hace en esta historia
Un tal Gabriel.
----
Amor, encontré trabajo
Vamos a poder multiplicar el pan y el pescado
A la olla no le sonarán más las tripas
Pero no entiendo tu cara larga
Deberías sonreír y abrazarme
No vas a vivir con machismo a esta altura del milenio
Por otra parte
Podré dejar estas chancletas
por un taquito alto.