¿Dónde y cómo se protege a la población? Si una grúa casi roza los cables del tendido eléctrico con el balde, las personas se detienen, miran y comentan el peligro que se cierne sobre sus cabezas. Por Nélida Baros.
Titulo Exterior:
¡Increíble! usted lo ve y no lo cree: sucede un viernes en calle Chaca
¿Dónde y cómo se protege a la población? Si una grúa casi roza los cables del tendido eléctrico con el balde, las personas se detienen, miran y comentan el peligro que se cierne sobre sus cabezas. <b>Por Nélida Baros.</b><br/>
¡Increíble! Es la una de la tarde, la congestión vehicular en el centro de Copiapó es de miedo, transeúntes pequeños y adultos van y vienen, la calle Chacabuco esquina de OHiggins presenta un panorama deprimente; un hombre con la mitad de su cuerpo yace bocabajo esperando la misericordia de unas monedas, casi lo pisan los peatones. El espacio en la esquina se ve entorpecido, vendedores, mendigos, se apropian de la vereda. Amén de los perros que pasan entre las piernas y las heces y olores en el ambiente. Es difícil cruzar de una vereda a otra, vehículos que luchan por doblar rápido y no pueden avanzar, otros usan sus bocinas estridentes para anunciar su arremetida.
La calle Chacabuco está colapsada, colectivos en larga fila, camionetas, micros, que intentan detenerse a subir pasajeros y ven entorpecida su labor por un camión MIX detenido en la mitad de la cuadra, llenando baldes con cemento para la construcción de la tienda Hites. Mientras una grúa como un halcón se mueve y acomoda por lo alto, para bajar su brazo y recoger el gigantesco balde.
Cabe preguntarse. ¿Dónde y cómo se protege a la población? Si una grúa casi roza los cables del tendido eléctrico con el balde, las personas se detienen, miran y comentan el peligro que se cierne sobre sus cabezas. Los de una vereda y la otra miran con asombro, una señora habla, -por qué no hacen esto de noche-, otra responde -qué vergüenza, no se puede transitar con seguridad- y así, creo que tienen razón.
La vereda, al estar interrumpida por el trabajo en cuestión, obliga a la gente a cruzar a la de enfrente y a bajarse a caminar en la calle corriendo riesgos. Los trabajadores impávidos siguen los movimientos de la máquina que llena el balde y lo acomodan a los ganchos de la grúa sin mayores problemas, están acostumbrados a trabajar en el peligro, sin zapatos de seguridad, algunos sin gorro, sin guantes, etc.
¿Por qué no se detiene el tránsito en la calle donde se ejecuta ese trabajo de construcción? ¿Existen inspectores que se preocupen de situaciones como ésta?
El progreso de una ciudad en la parte inmobiliaria es importante por el crecimiento económico, el entorno y la renovación del diseño en la urbanización. Sin duda razones sobran, pero las vidas de los habitantes de la ciudad de Copiapó hay que cuidarlas.
Las autoridades de la vivienda, los inspectores del trabajo, tienen normas, reglas y leyes, ojala las apliquen y tomen con seriedad la supervisión de trabajos en la vía pública.