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Existen muchos formas de violencia tales como: el maltrato físico, (violencia física) y verbal (violencia psicológica), el acoso sexual (violencia sexual), la negación del alimento en la familia (violencia económica). Sin olvidar aquella que se produce con la guerra o con la discriminación hacia grupos humanos en condiciones de vulnerabilidad como los discapacitos, las mujeres, los pueblos originarios, migrantes entre otros. Esta violencia puede catalogarse como violencia negativa, un mal que es necesario erradicar

Sin embargo poco se habla de la alternativa positiva en el actuar humano, tal como la aplicada por el político hindú, Mahatma Gandhi, uno de los principales promotores de la paz, libertad, justicia y defensa de los derechos ciudadanos a través de la acción pacífica o  principio de no violencia activa, como  el uso de la  huelga de hambre o  el boicot a un producto o empresa.

Principio que por cierto  extendido al terreno de la economía significa nada menos que considerar los valores morales en la fijación de las reglas del comercio internacional.

Gandhi puso en práctica dos principios de la mística hindú: la satyagraha que significa "fuerza de la verdad", del que deriva el concepto de resistencia pasiva, y la ahimsa, "no violencia", principios que suponen la búsqueda de la verdad como camino de rectitud y virtud de los cuales la no violencia es consecuencia directa de la primera: la fuerza de la verdad hará que se imponga por sí misma, no mediante la violencia.

Un principio y un ejercicio  que requiere  aceptar las diferencias de opiniones, de cultura, credo, qué por ser diferentes tienen derecho a ser tratados de igual forma. Donde el ser humano no esté por encima de otro y a la vez nada está sobre el hombre.

La mayor enseñanza de Gandhi fue predicar con el ejemplo, bajo el principio de que el daño que es infligido no ha de obtener una respuesta violenta sino la confirmación de una posición pacífica a modo de resistencia.

Sin dudas una fecha que invita a promover la cultura de la paz, no sólo a través de actividades encaminadas a crear condiciones propicias para su establecimiento sino además enfocar nuestros actos siempre respetando los derechos humanos, la democracia, la tolerancia, desarrollo, educación para la paz, la libre circulación de información y la participación de la mujer como enfoque integral para prevenir la violencia y los conflictos.

Una ocasión para promover los valores humanos, reconocer las actitudes y conductas pacificas como soluciones a los problemas y  de reflexión a lo que sabiamente predicó Gandhi no hay caminos para la paz; la paz es el camino.