Apoyados por el convenio INDAP/Prodesal de Alto del Carmen más de 40 pequeños productores pertenecientes este programa como hortaliceros, productores de uva de mesa y artesanos darán vida al segundo Encuentro Gastronómico y Artesanal en Alto del Carmen.

La muestra que organiza la municipalidad dueña de casa quiere rescatar y revivir el conocimiento, los saberes y tradiciones de la parte alta del Valle del Huasco, oportunidad en la cual participarán además pequeños productores agrícolas de la región. Pajarete del Huasco, frutas y hortalizas y artesanías diaguita aparecen como las grandes atracciones para el público que asistirá sábado y domingo a colmar las calles de Alto del Carmen, considerada como la capital de la ruralidad y Jardín de Atacama.

Leonardo Gros Pérez, Seremi (s) de Agricultura y director regional de INDAP en Atacama destacó las virtudes en la muestra, señalando “estamos tremendamente orgullosos de cómo estos campesinos, usuarios de INDAP y habitantes rurales d ela comuna, sean capaces de regalarle a la comuna de Alto del Carmen esta feria. No sólo por el encadenamiento productivo, sino porque están integrando rápidamente el concepto de circuitos cortos, es decir todo aquello que está orientado al mercado doméstico, para el cual estamos buscando diseñar una red de circuitos cortos de comercialización en la región con base en estas ferias, que promuevan el desarrollo local y acorten la distancia entre productor y consumidor. No olvidemos que muchos de estos agricultores son de autoconsumo y subsistencia. La venta directa les facilita vender su producción rápido, obtener ingresos en menores tiempos, posibilitando que puedan desenvolverse con mayor holgura durante todo el año. Además, dijo, esta feria le está dando una identidad insospechada tanto a los vecinos de Alto del Carmen, sino de la provincia entera, y que en su segunda versión esperamos -junto al municipio anfitrión, sea visitada y esperada por mucha gente, incluso fuera de la provincia.” concluyó la autoridad.

La feria gastronómica forma parte de las costumbres más ancestrales de Alto del Carmen y vuelve a revivir con más esfuerzo e ímpetu con las ganas que sus organizadores han puesto en ella para constituir un referente y punto obligado de encuentro del mundo campesino en Atacama.