Nuestro medio ambiente nacional convulsionado por los inesperados cambios climáticos hicieron girar nuestra corteza cerebral en grado extremo como discos voladores perdidos en el espacio y despertaron del largo período de hibernación y se lanzaron al vacío para sentir la libertad que deben sentir los pájaros cuando buscan mejores condiciones de vida.

Puede ser el que el paso de los años nos impida soportar tanto ruido existente en la humanidad y la sensibilidad visual hace que algunas nubes pasen raudamente frente a nuestros ojos y no nos demos cuenta de su existencia hasta que algún terremoto producido en alguna parte del mundo nos ha demostrado científicamente que estos movimientos bruscos y devastadores han modificado el eje de la tierra y la descentró bruscamente y estos fenómenos  también han producido cambios en la estructura cerebral de  sus habitantes y los ha hecho cambiar en su forma de interpretar los problemas que por tantos años los han tenido cautivos sin una caja de resonancia que hiciera eco a sus demandas y las captara como propias.

Estos movimientos sísmicos se han vuelto impredecibles ya que no tienen una constante determinada ni en el tiempo ni en lugar alguno por lo tanto cada minuto que pasa es como si pasara un tornado a nuestro lado y arrasara en un instante con todo lo construido en miles de años y esa incertidumbre hace que ya no se pueda caminar tranquilo por las calles de nuestras ciudades y no sabemos si vamos a alcanzar a cruzar el umbral de nuestras casas sanos y salvos porque la lucha contra la delincuencia va perdiendo efectividad pese a todos los anuncios que los organismos de seguridad propalan por todos los medios informativos para tranquilizar a los ciudadanos.

Los países están convulsionados y sus habitantes se han tomado las calles para reclamar por todo lo que no les agrada y esto recién está comenzando, así es que hay que prepararse anímicamente para soportar los nuevos embates de la naturaleza que pueden producirse en el momento menos esperado y también con los movimientos sociales que han sacado de su letargo a familias completas para desahogarse en la vía pública para reclamar a viva voz y  con todos los elementos que encuentran a su alcance para protestar por las dificultades que muchas personas tienen y los males que la sociedad ha venido incubando desde hace muchos años.

Las personas han cambiado de actitud y de seguro seguirán cambiando y lo podemos ver en nuestros parlamentarios que ven en estas manifestaciones ciudadanas un posible desbande electoral que puede tener funestas  consecuencias para sus ambiciones políticas y se ha podido apreciar cómo se enfrascan en duras contiendas personales con declaraciones agresivas tratando de no perder protagonismo que tanto necesitan para disputar los votos de sus probables electores y con actitudes desconcertantes  están observando cómo la gente se está convirtiendo en un conglomerado esquivo que empieza a tener opiniones propias y eso afecta a  su clientela electoral y los lleva a buscar protagonismo mediante fuertes declaraciones que calientan el ambiente político más allá de las habituales declaraciones a que nos tienen acostumbrados.

Foto: Savendanor