“Los trabajadores y sus familias deben ser considerados la mayor riqueza de la empresa”

“Los trabajadores y sus familias deben ser considerados la mayor riqueza de la empresa”

03 Febrero 2013

Con esas palabras se dio el vamos a la bendición de los trabajadores en la fiesta de La Candelaria en Copiapó.

Equipo El QueHa... >
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La cita de Aparecida fue la que dio el vamos a la liturgia de la Palabra en el Encuentro con los Trabajadores. Luego se leyó el evangelio de San Marcos que se refiere a Jesús como “el carpintero”, para resaltar la figura de los que laboran día a día.

En su homilía el Obispo, Monseñor Gaspar Quintana, habló de la familia de Jesús como “una familia modesta, con una madre joven y un hombre de oficio carpintero”. Y dijo: “si Jesús naciera hoy, en Atacama, seguramente llegaría al mundo en un hospital público, afiliado a Fonasa y viviendo en una casa obtenida por subsidio, como cualquier familia de clase media siempre al filo de caer bajo la línea de la pobreza”. “Si viviera entre nosotros hoy- señaló- sufriría los problemas sociales y medioambientales que persisten en Atacama”.

Don Gaspar propuso algunos elementos de reflexión. Por ejemplo, dijo que Dios es amor, fiel a su promesa de enviar a un salvador; Jesús “ha venido a mostrarnos el plan de Dios, que es que todos seamos hermanos, una sola familia”; se refirió a la acogida y la dignidad debida a los migrantes; y recordó que “la vocación de todos es tener un proyecto común que nos permita vivir en paz y orientados al bien común”. Recalcó la importancia del testimonio en medio del mundo, como seguidores de Jesús. “En este Año de la fe, la Iglesia nos invita a una nueva evangelización para descubrir la alegría de creer, y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar esta fe a los demás”. 

Concluyó con tres puntos: que María Candelaria “nos siga mostrando el camino del evangelio a hombres y mujeres de todos los tiempos y culturas; que nos ayude a vivir y comunicar la fe de la Iglesia; y que nos ayude a ser buenos discípulos misioneros de su Hijo en nuestro tiempo”. 

En el ofertorio se llevó hasta el altar un casco minero, un instrumento para tomar la presión, una guitarra, un libro de clases, un plumero, uvas y semillas, para representar distintas actividades económicas. 

Luego, tuvo lugar un tradicional momento de la celebración, que es la oración por cada trabajador minero fallecido en accidentes laborales en el último año, y que este año fueron 9 mineros de las comunas de Tierra Amarilla y Chañaral, por cada uno de los cuales se puso una antorcha frente al altar. Para finalizar este momento, un cantautor interpretó dos canciones en homenaje a La Candelaria. 

Finalmente se hizo la oración de Bendición de las manos, compuesta por un temporero hace algunos años.

 

Fuente: Comunicaciones Copiapó