En este mundo siempre hay situaciones inverosímiles, que podríamos pensar que salieron de la imaginación de alguien o de una película mala. Este es el caso de esta noticia, donde una mujer en Australia apareció en su propio funeral después de que su esposo la mandara matar.

Vamos por partes. Noela Rukundo vivía en Australia, donde conoció a Balenga Kalala quien venía huyendo de la violencia que se vive en la República del Congo. Kalala llegó en 2004 a la ciudad de Melbourne, comenzó a trabajar en una procesadora de alimentos y comenzó a estudiar inglés. Al poco tiempo comenzó a ayudar a su trabajador social como traductor de swahili a inglés, ahí es donde conocería a su ahora ex-esposa, Rukundo.

Kalala y Rukundo se casaron, tuvieron tres hijos y todo era felicidad. Todo cambió cuando Noela Rukundo tuvo que viajar a Burundi para el funeral de su madrastra, ahí un amigo de Kalala le dijo que su mujer estaba viendo a otro hombre en ese lugar. El hombre en un ataque de celos (a pesar de no tener prueba alguna) se comunicó con un amigo en Burundi y le transfirió 2 mil 400 dólares para que acabara con la vida de la mujer.

Durante este tiempo, la pareja siguió hablando por teléfono, hasta que un día Kalala le sugirió a su esposa salir a caminar, ahí es cuando ella fue secuestrada. Los registros de la corte muestran varias llamadas telefónicas entre los secuestradores y Kalala.

Al final, los secuestradores desistieron de matar a la mujer(conocían a su familia), engañaron a Kalala y la dejaron ir  unos días después. Noela Rukundo decidió no dejar las cosas así y voló de regreso a Australia para enfrentar a su esposo. Después del funeral que Kalala preparó para ella, Rukundo se dirigió a la que había sido su casa, se paró en la puerta y le gritó “¡Sorpresa! Sigo viva”, el hombre sentía que estaba viendo a un fantasma. A partir de ahí el juicio comenzó y la corte dio a Kalala nueve años de prisión por incitar el homicidio de su pareja.