Estudio apunta a calidad de aceites del Huasco para mejorar su potencial exportador

Estudio apunta a calidad de aceites del Huasco para mejorar su potencial exportador

14 Julio 2014

Durante dos años los profesionales Francisco Tapia y Nalda Romero trabajaron en el estudio de 26 tipos de olivo pertenecientes al Banco de Germoplasma del INIA ubicado en el Centro Experimental Huasco.

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Según expertos, se trata del estudio más completo que se ha realizado en Chile en torno al olivo. El proyecto “Levantamiento y procesamiento de información de variedades de olivo con potencial económico para el mejoramiento de la oferta exportable de la industria olivícola nacional”, financiado por Corfo y llevado a cabo por el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y la Facultad de Ciencias Químicas y Farmacéuticas de la Universidad de Chile, reunió a diferentes especialistas con el fin de analizar aspectos agronómicos, agroquímicos y sensoriales de variedades de olivos del valle del Huasco para detectar sus atributos y así mejorar el producto.

Durante dos años los profesionales Francisco Tapia y Nalda Romero trabajaron en el estudio de 26 tipos de olivo pertenecientes al Banco de Germoplasma del INIA ubicado en el Centro Experimental Huasco y detectaron sus ventajas, como una forma de determinar el potencial exportador de los aceites de la zona. Durante el estudio se desarrollaron dos cosechas donde se midieron una serie de aspectos como los tipos de plagas y la producción de cada árbol. En la parte química se midió la calidad en base a parámetros de acidez, índice de peróxido y antioxidantes, entre otros.

Además, durante el proyecto se desarrolló una evaluación sensorial a través de un grupo compuesto por expertos internacionales, que catalogaron de “excelentes” la calidad de las mezclas obtenidas. Algunos de estos profesionales realizaron una cata de aceites durante la jornada con el fin de detectar aspectos que los diferencie según sus variedades.

Francisco Tapia, investigador olivícola de INIA, se refirió al enfoque del proyecto desde sus inicios. “Este trabajo se pensó en el momento en que pusimos las plantas de olivos en el banco de germoplasma, puesto que no queríamos ver sólo su comportamiento agronómico, sino que también sus características químicas y sensoriales, pensando en la funcionalidad que podrían tener cada uno de los compuestos como antioxidantes, ácidos oleicos y otros elementos que ayudan a la salud humana”, apuntó el agrónomo.

Por su parte, Nalda Romero, profesora asociada de la Universidad de Chile, destacó el potencial de los aceites tras los resultados obtenidos. “Es un gran aporte lo que el proyecto ha logrado. Todas las variedades son de excelente calidad y hay unas que sobresalen por sobre otras. Existe material para que el olivicultor pueda exportar o plantar nuevas variedades conociendo por dónde tiene que dirigir su producto y cómo lo puede enriquecer”, indicó.

Dominique Larrea lidera el estudio “Búsqueda y evaluación de mezclas de aceites de oliva “blends” a base de la variedad de mesa sevillana para optar al sello D.O. de los aceites de oliva del valle del Huasco”, desarrollado también por el INIA, y asegura que los contenidos vistos en el seminario pueden ser aplicados en las mezclas de aceite sobre las que está trabajando. “Las aplicaciones y análisis realizados por estos expertos se pueden utilizar de muchas formas para el desarrollo de nuestro proyecto. Aquí se hizo un análisis de aceites monovarietales que son 26, siendo la variedad sevillana la que optaría a la denominación de origen, desde lo cual podemos ver cómo los factores expuestos nos pueden ayudar a desarrollar nuestros aceites”, afirmó el profesional.