En Centro de Reclusión de Copiapó, es posible la recuperación juvenil

En Centro de Reclusión de Copiapó, es posible la recuperación juvenil

06 Septiembre 2014

La Fundación Tierra de Esperanza trabaja recuperando jóvenes con problemas de drogadicción.

Corresponsales ... >
authenticated user Corresponsal

Hay jóvenes que sin buscarlo, sin quererlo, se ven envueltos en el mundo de la drogadicción. Razones pueden haber muchas: el entorno, nulas oportunidades educativas o sociales, problemas con los padres, familias disfuncionales, las llamadas malas “juntas” que empujan a niños y adolescentes a fumar un cigarrillo de marihuana en la plaza para olvidarse un poco de esos pequeños, pero grandes problemas de la vida.

Hay un grupo de ellos, que encuentra en estos espacios de “entretención”, la sustitución a un mundo que para otros es tan correcto ó normal, como lo es el de buscar un trabajo, formar una familia y las obligaciones propias de una sociedad.

Es tanto lo que llega la dependencia con las drogas, que basta con mirar los ojos de estas personas, para observar la angustia, cuando tras las rejas, ya es más difícil conseguir cualquier tipo de droga.

Realidad Local

En Copiapó, existe un centro de reclusión juvenil que trata adolescentes condenados y que pertenece al Servicio Nacional de Menores, donde se cuenta con un esforzado equipo para tratar adicciones y que es financiado por el SENDA.

Es en esta etapa, donde algunos se ganan el privilegio de ser tratados por todo un equipo de profesionales, que llevan a cabo un verdadero trabajo de joyería para rescatar a aquellos jóvenes que quieren salir de este llamado mundo de las drogas.

Este programa es desarrollado por la Fundación Tierra de Esperanza, que trabaja en el interior del centro de reclusión, cuenta con cinco profesionales interventores, que van recuperando aquellos que muestran las ganas y se atreven a dar ese pequeño paso, de reconocer que quieren salir.

No es un proceso fácil, ni corto, ni tampoco económico. Cada cual a su ritmo, vuelve a caminar, vuelve a sonreír y lo más importante, vuelve a creer que es posible.

Hace algunos días, sin fuegos artificiales, ni medallas olímpicas, un joven ganó el mundial de la recuperación. Con la ayuda de la familia y los profesionales del centro, en cada conversación, fueron ayudando al joven de las iniciales L.A.E.A a que era posible recuperarse.

Mónica González, la psicóloga quien trató a este joven, sostuvo que “el trabajo que se desarrolla al interior del programa, pasa por diferentes etapas de tratamiento, desde la etapa diagnostica hasta la fase final que es el alta terapéutica. La triada a cargo del caso establece objetivos específicos en conjunto con el joven que son necesarios trabajar, incluyendo sesiones individuales, grupales y familiares. Importante señalar que si bien se dan instancias grupales entre los jóvenes, el trabajo es individualizado. Hoy, después de un trabajo arduo, con orgullo podemos decir que a pesar de la adversidad si se puede”.

Para la directora del Servicio Nacional para la Prevención de Alcohol y Drogas de la región de Atacama, Martha Palma, es de vital preponderancia poder dar a conocer este tipo de trabajo cuando se realiza en condiciones que quizás no son las más adecuadas, por lo cual, tienen un doble mérito. “Felicito a cada uno de los profesionales que están laborando día a día allí y que entregan lo mejor de sí para lograr este tipo de resultados”.

Los más contentos con este trabajo, es la familia de este muchacho. La madre miraba entre sus manos el diploma que certifica la recuperación de este joven, que además había aprendido el oficio de carpintería para fabricar un velador, que la familia, que viajó desde Vallenar agradeció con mucho cariño y se lo llevó a su hogar.

Por su parte el joven agradeció la ayuda otorgada por la Fundación Tierra de Esperanza, mismo agradecimiento que indicó en la ceremonia de alta terapéutica, la directora del Senda Atacama, por el trabajo realizado por los profesionales que allí laboran.

Galería Imágenes

  • En Centro de Reclusión de Copiapó, es posible la recuperación juvenil
  • En Centro de Reclusión de Copiapó, es posible la recuperación juvenil