El Freirinazo: Un estallido de potagonismo y protesta social

Seguramente ningún observador de la realidad regional fue sorprendido por la intensa manifestación de descontento y protesta social que se desarrolló en las comunas de Freirina y Huasco el reciente fin de semana.

Una provincia como el Huasco impactada y amenazada por nuevos daños ambientales de grandes proyectos termoeléctricos y mineros, a los que se suma este descomunal y altamente contaminante proyecto agroindustrial de Agrosuper, viene hace años acumulando descontento y frustración social frente a un sistema y autoridades ambientales incapaces de resguardar sus condiciones de existencia, así como la integridad y preservación del precioso valle que la cobija.  En este contexto provincial era perfectamente previsible este estallido de protesta y descontento socio-ambiental que estamos presenciando.

Equivocan el diagnóstico quienes quieren ver en estas protestas la obra de agitadores contrarios al diálogo. En las barricadas que cortaron 10 o más puntos de la ruta C-46 participaron personas de todas las edades y condiciones, incluyendo dueñas de casa y adultos mayores. Los hechos objetivos nos están indicando que tales acciones han sido realizadas por ciudadanos de la comunidad de Freirina y de Huasco.

El Freirinazo está poniendo al descubierto, por lo menos a nivel regional, toda la debilidad y falta de rigurosidad del sistema de evaluación de impacto ambiental que tenemos en el país. Un megaproyecto como Agrosuper destinado a la crianza de millones de cerdos, que demanda un volumen sideral de recurso hídrico, que genera residuos industriales -riles- altamente riesgosos, que implica el procesamiento siempre complejo de una masa gigantesca de materia orgánica, nunca debió ser aprobado, por lo menos con la escala irracional y la localización con que le fue otorgada la Resolución de Calificación Ambiental (RCA).

El Freirinazo nos está mostrando además, que más allá de su debilidad y falta de rigurosidad el sistema tampoco está garantizando el cumplimiento de la RCA lo que es evidente en el caso del proyecto  Agrosuper. Instancias fundamentales para garantizar dicho cumplimiento como son la Superintendencia del Medio Ambiente y los Tribunales Ambientales siguen en compás de espera, mientras nuestras  comunidades  deben soportar los daños y los efectos de los incumplimientos ambientales en el desarrollo de los proyectos.

La Intendenta, en su condición de primera autoridad regional y presidenta de la Comisión de Evaluación Ambiental (CEA) ha anunciado el inicio de un proceso sancionatorio contra Agrosuper y un conjunto de medidas que incluye ciertas prohibiciones, el requerimiento de algunos informes y un plan de medidas de urgencia para el control de olores. Los próximos días nos dirán si estas medidas tienen alguna eficacia y si responden por lo menos en parte a las demandas de la comunidad.

En las estipulaciones de la RCA, hay sin embargo razones de sobra para resolver la paralización inmediata del proyecto, siendo  hoy evidente que si este proyecto no se cierra definitivamente, requiere una drástica reformulación, la cual deberá incluir necesariamente su escala y el mejoramiento de la tecnología de algunos de sus procesos.

El Freirinazo ha expresado también, en forma concreta, el recurso de nuestras comunidades a movilizarse en defensa de sus condiciones de existencia y por el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación. Ojalá que los Ministros de Salud y Medio Ambiente que deben venir en los próximos días a nuestra región, de acuerdo al Protocolo firmado entre el Ejecutivo y representantes de la comunidad de Freirina, tengan un desempeño coherente con estos principios y contribuyan a  avanzar en una solución a los conflictos ambientales que se viven en la provincia del Huasco.

FOTO: http://www.gamba.cl/