Cory Duarte de T-Amarga: "Una de las barreras para aprobar este proyecto es la satanización del aborto"

Cory Duarte de T-Amarga: "Una de las barreras para aprobar este proyecto es la satanización del aborto"

28 Abril 2017

Con la idea de iniciar un trabajo más activista, en la calle, la T-amarga realiza distintos trabajos dentro de la comuna de Copiapó con el objetivo de visibilizar la desigualdad de género.

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Cory Duarte es académica de la carrera de Trabajo Social de la Universidad de Atacama. Además, es parte de la Kolectiva T-Amarga donde, junto a un grupo de mujeres, trabaja en visibilizar y generar conciencia en la población en temas de género, feminismo y diversidades.

Inició su camino en el feminismo en un liceo de Arica donde estudiaba. Luego, al ingresar a la universidad junto a sus compañeras trabajaron en algunas temáticas ligadas con esta materia hasta que fue invitada a una escuela de mujeres líderes de Fundación Ideas. “Ahí me encontré con amigas, con gente que me hizo ver, ponerme las gafas violetas de alguna manera, dentro de la militancia que en ese momento yo tenía en la Juventud Socialista. Creo que por ahí fueron como los inicios en el feminismo. Luego la vida va mostrando que esos son los caminos que una va tomando y las opciones que una va haciendo también”, narra la trabajadora social.

Mujeres a la calle

Como profesional, dentro de la Facultad de Trabajo Social de la Universidad de Atacama –donde hace clases-, existe un núcleo de investigación en género que funciona desde hace cuatro años. “Obviamente, el trabajo institucional y el trabajo dentro de esas formalidades, no es lo mismo que hacer un trabajo de activismo, que era lo que nos provocaba y lo que se necesitaba hacer en ese momento”. Es así como hace dos años surge la Kolectiva T-amarga, cuenta Cory Duarte.

Con la idea de iniciar un trabajo más activista, en la calle, la T-amarga realiza distintos trabajos dentro de la comuna de Copiapó con el objetivo de visibilizar la desigualdad de género. Durante el aluvión que afectó a la región en el 2015, se organizaron para poder hacer acciones de acompañamiento posterior a la tragedia. “Luego empezamos a trabajar más con las agrupaciones, las colectivas feministas de la comuna y de la región, en diferentes acciones masivas. Empezamos el año pasado con caminatas del silencio, todos los 25 a partir de marzo y terminamos con la de noviembre, recordando a las mujeres que han sido asesinadas por la violencia de género. Además de otras acciones vinculadas con el derecho a decidir. Creemos que podemos ser un aporte en dar visibilidad comunal y regional a estos temas”.

T-amarga se mueve en diversos ejes de trabajo. Difundiendo sus reflexiones sobre violencia y el derecho a decidir de las mujeres en instancias de formación. “Nosotras tenemos pensado hacer una escuela de formación feminista y una escuela popular y comunitaria sobre derechos sexuales y reproductivos”. Cory Duarte considera que existen algunos focos importantes que atender en el territorio que perpetúan el machismo en la región.

Uno de ellos es la tradición mineraEsta es una región con un fuerte acervo hacia una distinción entre lo que es masculino y productivo, y que en este caso está representado por la mina, y lo que está más feminizado, más asociado con los cuidados, que tiene que ver con todos los servicios anexos a la mina”. Otro tema que evidencia esta realidad, es la presencia de población migrante. En sus palabras, un reflejo más de la discriminación persistente que afecta a las mujeres, asociada a fenotipos y formas corporales y su excoriación.

Chile en deuda

Chile aún penaliza todas las formas de aborto. Esto se puede atribuir, de acuerdo a lo que explica Cory Duarte, al escenario patriarcal asociado a dos elementos: uno, al poder de lo eclesiástico y el conservadurismo en la toma de decisiones y, por otra parte, al control que pretender tener este mismo patriarcado y todo el sistema capitalista frente al cuerpo de las mujeres. “No deja de ser curioso de que quienes estén decidiendo sobre estos temas en el ámbito legislativo mayoritariamente hombres, y la participación y opinión de mujeres sea pobre y escasa. Las mujeres tenemos un rol subalterno frente a los hombres en el desarrollo del país, en términos de lo que podemos y no podemos hacer con nuestros cuerpos.”

La académica igualmente es autocrítica en torno al trabajo que cada territorio realiza para visibilizar el debate sobre aborto porque considera que ha sido muy centralizado. “Tenemos que hacer que estos temas no solo estén en la agenda legislativa central, sino que estén en la agenda pública del cotidiano, que estén en nuestros espacios de conversación, en nuestras consignas, pero también en los representantes locales para que pongan de manifiesto su opinión sobre el tema.”

Así, sostiene que uno de los desafíos es contarrestar la poca información que posee la ciudadanía. “Es un debate sobre el cual se sabe poco, hay gente que cree que lo que vamos a conseguir con el tema de las tres causales es la despenalización total del aborto y no es así. Creo que tiene que ver también con la estrategia de mitificar este tema, de convertirlo en un tema moral entre lo bueno y lo malo.”

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha realizado diversas recomendaciones para que Chile despenalice el aborto. Sin embargo, esto aún no es aprobado por el Congreso. “Es un tema que tiene muy pendiente Chile en términos de derechos humanos, por tanto, hay que avanzar más allá. Nuestra legislación ha cambiado a partir de cómo se va ajustando el parámetro internacional. Creo que habría que acudir a otras instancias, como la Corte Interamericana, con tal que se nos garantice un derecho que debiésemos haber tenido desde siempre”, enfatiza Duarte.

Muchos han sido los mitos que han aparecido entre quienes se resisten a la aprobación de este proyecto, que aún, luego de más de dos años de discusión, se encuentra en trámite. “Una de las barreras para la aprobación de este proyecto, es la satanización de la causa. Cómo la derecha va generando esos discursos, en los que nos culpan incluso de los incendios”, ejemplifica Cony Duarte a raíz de la anécdota protagonizada por la vocera de Chile Vamos Alejandra Bravo, cuando aludió a que los incendios en el centro sur del país se debían al afán por despenalizar el aborto. 

El camino de las organizaciones continúa su curso, con el proyecto tres causales como piso mínimo, y cuyo debate se retomaría la primera semana de abril. “Espero que pueda seguir conversándose del debate. El aborto y las tres causales tampoco lo son todo, nos queda un trabajo amplio por hacer como movimiento en términos de generar un respeto hacia nuestros derechos”.