Las pruebas fueron realizadas en mayo a 10 niños de entre 6 y 16 años, por Acro, una organización francesa que mide la radioactividad. Los 10 años dieron positivo en distintos niveles, llegando hasta los 1,13 bequerelios de cesio-134 por cada litro de orina, en una niña de ocho años, siendo la lectura más alta registrada hasta ahora.

Según los expertos, la ingestión de alimentos contaminados podría evitar esta situación, sin embargo, será inevitable que salgan al mercado productos contaminados a niveles aceptables para el Gobierno.

La situación es de largo alcance, ya que el cesio-137, es un subproducto de la fisión nuclear con una vida media de 30 años. Se estima que el proyecto completo de salvataje elaborado por el Gobierno para la zona de Fukushima y sus pobladores costará unos 100 mil millones de yenes.