Movimientos Sociales en Chile: Si no es ahora, ¿cuándo?

Corren otros aires… aires que amenazan con entrar y derribarlo todo… cosa que a muchos asusta y a otros nos alegra.

Para quienes superamos los 40 y más, estos días nos han hecho retroceder a la mejor época del movimiento estudiantil que permitió terminar con la Dictadura de Pinochet. Que nos hacen sentir una gran nostalgia de aquellos años en que marchabamos felices y despreocupados seguros de que íbamos a cambiar la injusticia que era el pan de cada dia en nuestro Chile. Que nos devuelven las ganas de salir a la calle a gritar “Educación, Salud y  Medio Ambiente son nuestro derecho, no se compran se defienden…”

Muchas son las cartas que circulan por las redes sociales, muchos los discursos y muchos los nuevos liderazgos ciudadanos que emergen de estas contingencias. Que tienen en común? Por un lado la conclusion de que el modelo de economía noeliberal ya tocó fondo si queremos que Chile sea en serio un país desarrollado, y por otra parte la profunda desafección y rechazo a la clase política.

Para quienes nos movemos en las turbulentas aguas de esta, no solo es un tremendo llamado de alerta sino también una tristeza no asumida. No es sino gracias a la política que pudimos transitar de una Dictadura atroz a una Democracia en paz? No es sino gracias a la política que hoy podemos expresar nuestro “ Basta ya”?

Sin embargo reconozcamos que somos también responsables del malestar ciudadano. Como dijo hace pocos días Francisco Huenchumilla “debemos sentirnos orgullosos de lo que hicimos.-Pero así como cada día tiene su afán, cada época también tiene lo suyo.-Nosotros, simplemente, hicimos lo que hicimos porque responsablemente pensamos que era lo mejor para el país acorde con las circunstancias históricas que nos tocó vivir, lo cual no significa que no hayamos cometidos errores, que los cometimos como que el país nos quitó la conducción del Estado y se la entregó a la Derecha.”

Muchos de los que critican lo que no hicimos o fuimos capaces de hacer en 20 años no saben del trasfondo. Desconocen las eternas negociaciones con la derecha opositora (si, la misma que hoy acusa a muchos de los nuestros de opositores intransigentes) y las muchas postergaciones producto de la falta de quórum legislativo. No tienen porque entender lo complejo del arte de gobernar. Y si lo entendieran creo que no les importaría.

Hoy la discusión es otra. Y no la que quisieran escuchar muchos de quienes forman parte de la elite gobernante de gobierno y oposición. Como podría ser grato escuchar que los ciudadanos quieren mas y mejor democracia si eso significa que muchos de ellos deben estar disponibles para dar un paso al lado? Como si eso significa estar disponibles para escuchar cuestionamientos y criticas y reconocer los errores cometidos? Como si eso significa quizás asumir que no nos atrevimos? Y a nadie le gusta mirarse al espejo y reconocer sus imperfecciones.

Pero es es justo lo que debemos hacer si queremos recuperar la confianza de la gente. Nobleza obliga. Asumir con humildad que no pudimos y que no nos atrevimos, o que no lo hicimos porque pensamos que no estaba el horno para bollos…

Chile es otro. Y para bien en muchas áreas. Sin embargo es por ese cambio que no podemos seguir postergando la discusión sobre cual es el tipo de país que seguiremos construyendo. Ya no mas acuerdos cupulares entre los mismos de siempre. Ya no mas oídos sordos a la necesidad de una gran transformación social que acabe de verdad con la injusta desigualdad y la terrible concentración económica. Nunca mas ceguera a las injusticias en salud, educación y vivienda que viven y sufren a diario millones de chilenas y chilenos que solo saben sobrevivir endeudados con los creditos usureros de las grandes cadenas de retail.

Ha llegado el momento de plantear y hacer las cosas mas allá de lo posible… si no es ahora ¿Cuándo?