Nos encontramos en un año de elecciones por lo que sin duda nuestra comuna al igual que el resto del país, será sacudida políticamente en ese sentido. 

Cuando ese enfrentamiento entre los diferentes colores políticos permite lograr concesos y entregar soluciones a los diferentes problemas que plantea la comunidad, los beneficiarios somos  todos. Sin embargo, esto no sucede cuando la discusión lo único que busca es conseguir la simpatía de los votantes e inclinar la balanza para uno u otro lado con ofertantes de temporada, olvidando que el  norte no son el rédito político que se entrega a uno u otro sector, sino las personas.

En ese contexto a mi modo de pensar las autoridades gubernamentales a nivel nacional y regional, deberían atender y estar mucho más dispuestas al trabajo mancomunado, cosa que  lamentablemente  no es así, digo esto porque durante los últimos meses han ocurrido una serie de situaciones  de carácter movilizador,  que no han tenido las respuesta esperadas.

Problemas laborales y sociales de cientos de  trabajadores y estudiantes, sin considerar las quejas de los usuarios del sistema público de salud, donde la falta de médicos particularmente en nuestra zona, es extremadamente preocupante, donde la demanda que vincula todos nuestro problemas como Atacameños,  la de declarar Atacama como Zona Extrema, sostenida por la dificultad en el acceso al  recurso hídrico,  vivienda, educación, falta de médicos, de espacios de entretención y cultura, por nombrar solo algunos aspectos, continua sin ser escuchada.

La región vive un  boom económico que no se refleja en los bolsillos, con pensiones miserables y altos costos de vida, donde las autoridades se han   pronunciado en base a promesas que no llegan, o peor  aún, en base a soluciones probables,  como el anuncio de elevar la edad de jubilar para mejorar las pensiones, que bien sabemos lo único que asegura es que las AFP sigan lucrando con nuestros fondos o como en la región la promesa  de solución a la crisis hídrica, con la instalación de grandes desaladoras  cuyos costos finalmente asumiremos nosotros y no los verdaderos responsables del problema, las grandes compañías transnacionales.

Continuar con este sistema  de libre mercado, de sálvese quien pueda, es imposible, pero ¿qué hacer? no votar en las próximas elecciones, por uno ni por otro candidato,  y si es que voto  ¿luego qué? me voy para la casa y desde la comodidad  del sillón me dedico a  vociferar lo mal que lo hacen quienes tiene la misión de representarme o decido ejercer control social, involucrándome, participando, exigiendo respuestas, solidarizando con los problemas de los demás, que al fin y al cabo son o serán los míos.

Yo tengo  mi respuesta, participo  y me movilizo para el 1 de mayo, porque es mi día, por que es cuando apoyo las demandas que me identifican como trabajadora, como madre, como mujer, como ciudadana, porque soy un ser integral.

Demandas nacionalmente como: NO MAS AFP, REFORMA TRIBUTARIA REAL, NUEVO CODIGO LABORAL, SALUD Y EDUCACION PUBLICA GRATUITA Y DE CALIDAD, y porque también apoyo la demanda regional, declarar ATACAMA COMO ZONA EXTREMA.

Como atacameña  no quiero  un nuevo Chañarcillo, donde el dinero fue para unos pocos y  los relaves contaminantes para todos los demás, porque exijo  se corrija el rumbo, recogiendo los candidatos en sus programas mis demandas  nacionales y también la regional.

Porque  este acto, es una forma más de recordarles a los candidatos presidenciales y parlamentarios, que la esencia de la política  es interpretar, anticipar, solucionar y materializar los sueños de las personas y no los intereses personales.

Ahora ¿Qué harán ustedes?