Buenas conversaciones, buenos futuros
A 179 años del descubrimiento de Chañarcillo se despiertan iniciativas en autoridades y empresarios
Este anhelo de convertir el área del mineral en un hito de turismo histórico se ha escuchado desde hace mucho, todavía recuerdo a mi amigo Oriel Álvarez cuando conversaba con diversas autoridades políticas, universitarias y empresarios de las mineras, proponiéndoles hacer un museo de sitio.
Nélida Baros >
authenticated user CorresponsalA 179 años del descubrimiento del Mineral de Chañarcillo descubierto por Juan Godoy un 16 de mayo de 1932, ha despertado en Autoridades y Empresarios un deseo de revalorar aquel mineral que enriqueció a muchas familias de chilenos, y avecindados en nuestra ciudad.
Este anhelo de convertir el área del mineral en un hito de turismo histórico se ha escuchado desde hace mucho, todavía recuerdo a mi amigo Oriel Álvarez cuando conversaba con diversas autoridades políticas, universitarias y empresarios de las mineras, proponiéndoles hacer un museo de sitio, antes de que se perdieran detalles tan importantes como los muros, el trazado de las calles, ponerles el nombre, para que las visitas conocieran la ubicación del pueblo de Juan Godoy. No obstante sus propuestas resultaban una buena idea para algunos, otros tantos pensaban en el costo y talvez hubo algunos que lo creyeron un soñador queriendo revivir el pasado.
En estos momentos cuando las radios comentan que hay interés por reivindicar el nombre de Juan Godoy, convertir el sitio en una atracción histórica patrimonial, tenemos que hacer augurios para que las promesas y acuerdos firmados se cumplan y no sean meros espejismos.
Tenemos situaciones puntuales que señala la historia, y Roberto Hernández en el libro Juan Godoy: ”La situación del Fisco en 1834 se presentaba en extremo halagadora, por el resurgimiento tan feliz manifestado en el Norte.”
Hubo un aumento progresivo para el erario nacional, el ministro de hacienda don Manuel Rengifo, mostraba su optimismo y él fue explicito en la Memoria de Hacienda:”él extiende la vista sobre el cuadro consolador que la República ofrece desde el confín de Atacama hasta el archipiélago de Chiloé. Por todas partes las ciudades se dilatan y hermosean; el cultivo de la Tierra prospera; las praderas se cubren de ganados, y los campos de mieses; ricas y abundantes minas brindan con la donación espontánea que encierran en su oculto seno…”. Cuanta razón tiene el ministro, se puede apreciar ya como aumentaba la producción de plata.
“El diario el Minero en 1834”dice: referente a Copiapó.”Al cabo de dos años , éste país vio tantas riquezas botadas por las calles; de donde se extrajeron cerca de 200.000 marcos de plata piña; que enriqueció al Fisco en ingresos inauditos hasta aquella fecha y que fue el depósito de la plata sencilla de casi toda la República …”
En 1849 a 1850, Chañarcillo produjo más del 70% de la producción de plata en Chile y el historiador Gonzalo Vial hace notar que en 1855 la producción de plata fue fabulosa, alcanzó un pic de 200toneladas. Razón suficiente para que el gobierno de Chile manifestara su beneplácito ya que el resurgimiento en la capital se destacaba en infraestructura, aumentos en la economía y muchas otras inversiones, especialmente en la construcción del ferrocarril de Santiago a Valparaíso. Recordemos que José Joaquín Vallejo, Tomás Gallo y su madre Candelaria de Gallo fueron accionistas importantes también en le Ferrocarril de Caldera a Copiapó y todo gracias a la plata que florecía en el mineral .
En 1851, se pone en marcha el Ferrocarril de Caldera a Alto del Fraile haciendo un recorrido de 25Km., y después se termina el tramo de Caldera a Copiapó de 81, 68 km. Juan Godoy, no alcanzó a conocer todos los adelantos que se consiguieron con las ganancias producidas por las minas de Chañarcillo, ya que falleció en la Serena en 1845.
José Joaquín Vallejo nos dejó una pintura imborrable de la faena del antiguo minero habiendo realizado una visita al mineral:
Las labores en la Descubridora, mina jefe de Chañarcillo por ser, la primera hallada por su riqueza se encuentra trabajada a mayor profundidad que las otras:
“El hombre medio desnudo que aparece en su bocamina cargando a la espalda ocho, diez, doce arrobas de piedra, después de subir tan enorme peso por aquella larga sucesión de galerías, de piques y frontones ; al oír el alarido penoso que lanza cuando llega a respirar el aire libre; nos figuramos que el minero pertenece a una raza más maldita que la del hombre , nos parece un habitante que sale de otro mundo menos feliz que el nuestro y que el suspiro tan profundo que arroja al hallarse entre nosotros es una reconvención amarga dirigida al cielo por haberlo excluido de la especie humana. El espacio que media entre la bocamina y la cancha donde deposita los metales, lo baña de sudor copioso que brota por todos sus poros; cada uno de sus acompasados pasos va acompañado de un violento quejido; su cuerpo encorvado, su marcha difícil, su respiración apresurada, todo demuestra lo mucho que sufre.
Apenas tira al suelo la carga vuelve a des plegar su hermosa talla, da un alegre silbido, bebe con ansia un vaso de agua y desaparece de nuevo entonando un verso obsceno por el laberinto embovedado de aquellos lugares de tinieblas.
“Mineros como el pintado en este esbozo podemos todavía reconocerlo en los pirquinero, que aun quedan en nuestro territorio y no tienen previsión, apoyo para su faena y viven todavía con mucho esfuerzo y sacrificios.
La minería sigue siendo la actividad primordial de nuestra región de Atacama y también de Chile, por lo tanto debemos dar la importancia que tiene al recuerdo del mineral de Chañarcillo y ojalá que los propósitos lleguen a un feliz resultado.
FOTO: http://www.etp.uda.cl