Ballesteros, Nuevo Presidente de la Suprema ¿Buena o Mala noticia?

Ballesteros, Nuevo Presidente de la Suprema ¿Buena o Mala noticia?

20 Diciembre 2011

Las críticas guardan relación con su postura de amnistía ante crímenes cometidos durante la dictadura de Pinochet, o incluso ante causas del dictador.

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Rubén Ballesteros Cárcamo fue nombrado nuevo presidente de la Corte Suprema, luego de la sesión de este lunes, donde 12 votos definieron al sucesor de Milton Juica, quien ejercerá su cargo por el período 2012-2013.

Con 39 años de trayectoria en el Poder Judicial, el abogado de la Universidad de Chile es asumirá el próximo 6 de enero, a pesar de las críticas esbozadas de distintos grupos en oposición al nombramiento de Ballesteros.

Durante el nombramiento, el nuevo titular de la Suprema hizo alusión a las críticas de agrupaciones de derechos humanos, e indicó que no usará su cargo como instrumento, sin tener voz ni voto ante resoluciones en casos de Derechos Humanos.

“Tengan la plena seguridad que la presidencia no será nunca un instrumento de denegación ni nada por el estilo en materia de derechos de todos los ciudadanos del país, incluidas organizaciones de mucho mérito nacional o internacional en materia de Derechos Humanos. Como juez mantengo mis convicciones, pero en la presidencia de la Corte Suprema no tengo voz ni voto respecto de juicios de Derechos Humanos”, declaró.

Respecto a su participación judicial en dictadura, Ballesteros indicó que “el hombre es víctima de sus circunstancias y en la época que ustedes señalan los jueces vivían en otro sistema, no vivían como ahora en un sistema democrático. En todas las naciones que han tenido situaciones como las que vivió el país, la judicatura tuvo los mismos problemas”.

La Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, en voz de su presidenta Lorena Pizarro, manifestó un abierto rechazo de la organización ante el nombramiento de Ballesteros, al ser éste un juez que favoreció la amnistía en casos de atropello a los Derechos Humanos bajo la dictadura de Augusto Pinochet.

“Lo que ha hecho este Poder Judicial es un retroceso imperdonable que en cualquier otro país sería condenable, porque quienes defienden a los genocidas y violadores de Derechos humanos también son cómplices de la impunidad, por lo tanto hoy preside el máximo tribunal del país un cómplice de las violaciones de los Derechos Humanos”, indicó Pizarro.

Ante ello, la presidenta del Colegio de Abogados, Olga Feliú, defendió la labor de Ballesteros, y llamó a no encasillar a un magistrado en base a su votación en cada causa, quien señaló que “no está bien que los jueces se empiecen a clasificar según su voto, porque tienen independencia para fallar las causas en que les corresponde, y eso se manifiesta en los votos. Fallos que recaen en causas precisas y determinadas, que tienen antecedentes de hecho bajo los cuales los jueces juzgan”.

Olga Feliú se refirió a la delicada relación que existe entre los poderes Ejecutivo y Judicial, y subrayó que cada autoridad debe hacerse cargo de sus declaraciones en esta relación.

“Aspiro y espero que las relaciones entre el Poder Judicial y el Ejecutivo sean siempre las mejores, se trata de poderes independientes e iguales en dignidad. El Poder Judicial es un poder del Estado, y en esa perspectiva las relaciones son las que corresponden. Distinto es una expresión de alguna autoridad, pero las relaciones entre poderes del Estado no deben ser sino cordiales”, sostuvo.

Las críticas aumentan luego que un semanario publicara seis casos donde el juez Ballesteros benefició a Augusto Pinochet con su voto en el pleno de la Corte Suprema. Estos casos son “Caravana de la Muerte”, “Prats-Cuthbert” (en dos ocasiones), “Calle Conferencia”, “Operación Cóndor”, y “Caso Riggs”.

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