Las autoridades monitorearon de cerca la costa regional a raíz de que se decidió instalar el COE en la ciudad de Caldera, y en reiteradas oportunidades efectuaron rondas por el litoral, insistiendo a las personas mantenerse en la zona de seguridad, ya que aun no se levanta la alarma de tsunami en la Región de Atacama.

El reporte de daños menciona que las ondas del Tsunami Japonés provocaron  fluctuaciones entre 2 y 4,01 metros de marejadas según la información proporcionada por la Gobernación Marítima de Caldera.

La variación de marea más importante se produjo a las 2:41 horas y cerca de las 5:00 de la mañana en esta comuna. Esta intensidad ha ido disminuyendo con el paso de las horas.

Hubo 2 entradas de mar entre 180 y 200 metros en Chañaral. No se reportaron daños. Caletas y balnearios están sin novedad, a excepción de Puerto Viejo, que registró subidas de mar cercana a los 200 metros que inundaron algunas casas del sector de las tomas, pero sin registrarse daños a personas, ya que la evacuación se efectuó según lo previsto. El orden público se mantuvo de manera normal.

En el caso de Caldera el mar entró momentáneamente en el Terminal pesquero y el muelle de pescadores sin generar mayores daños.

No se registraron víctimas fatales en la región ni tampoco lesionados producto de la emergencia, por lo que las autoridades valoraron la efectividad del operativo regional y de los diversos servicios que colaboraron para lograr el menor daño posible en quienes se encuentran en el litoral atacameño.

En este sentido la Intendenta señaló que “agradezco la disposición de la comunidad de las zonas costeras para acatar nuestras recomendaciones y la confianza que tuvieron en la efectividad de nuestro sistema de emergencia regional, lo que deja en evidencia que el éxito de esta evacuación se debe al trabajo serio, eficiente y responsable que hemos hecho para proteger a nuestros ciudadanos”. 

La Intendenta XImena Matas informó que si bien, se levantó la alerta de Tsunami, la Gobernación Marítima de Caldera  aun  realiza monitoreo de la costa, para estar seguros de que la amenaza se disipo completamente.