A pesar del título conseguido por Unión La Calera, Deportes Copiapó deberá seguir luchando, aferrándose a una de las particularidades de los torneos chilenos.

Dos fechas restan para el final de la Primera B, pero Unión La Calera ya se coronó campeón del certamen de transición, sin embargo, aún no puede cantar victoria, está comprometido con la tabla de descenso y su promedio lo podría hacer caer desde el cielo al infierno.

Deportes Copiapó deberá ganar los dos partidos que le restan, asegurándose la segunda ubicación en el torneo y luego deberá esperar que los cementeros tropiecen.

El coeficiente de rendimiento de los cementeros es de 1,12, con 46 unidades en 41 encuentros, mientras que el equipo que está descendiendo es Deportes Valdivia con un promedio de 1,07, 44 puntos en 41 encuentros jugados.

Es decir, Unión La Calera tiene que sumar triunfos en sus dos últimos partidos, de lo contrario, victorias de Valdivia, Ñublense, Cobresal e Iberia (todos con un promedio igual o similar), podrían hacer descender a los caleranos, dejándole el título a Deportes Copiapó.

De ahí en más, el equipo de Edwin Durán deberá consolidar el subcampeonato en la tabla de posiciones y si es que le llega la chance de disputar la final ante San Marcos de Arica, dependerá en sí mismo.