Bahía Salada destaca por su blanca arena, aguas color turquesa y por su inigualable tranquilidad, que lo hacen una de las playas preferidas de cientos de Atacameños que buscan este destino para relajarse.

Pero esa tranquilidad fue puesta a prueba cuando algunos bañistas alertaron la presencia de nada más y nada menos que un tiburon en plena playa.

Algunos salieron rápidamente del agua, otros más intrépidos se quedaron y agarraron su celular para registrar las imágenes.

La verdad se trataba de un pez tollo de cacho, familiar de los tiburones, que alcanza los 1,25 metros de longitud y que no representa un peligro para la población, porque los humanos no están en su dieta. Comen insectos marinos, peces pequeños, calamares o cangrejos.