A eso de las 7.00 horas del viernes 22 de abril, el integrante de Jefferson Barbosa decidió subir al piso 25 del edificio donde vivía para quitarse la vida.

Un país entero se estremecía por la determinación del bailarín.

Según informó el diario La Cuarta este miércoles, la razón de la dura decisión se debió a un posible abuso que involucraba a Barbosa, quien dejó una carta de despedida escrita en portugués y mensajes de texto que daban cuenta a sus cercanos de la dura determinación. Lo que muy pocos sabían era el dolor que penaba al bailarín y que, de paso, desnudaba una grave acusación familiar.

Días previos, exactamente el 19 de abril, según consta en un parte policial al cual tuvo acceso La Cuarta, I. A. B. B., hija del ex integrante del grupo Axé Bahía, habría realizado una compleja confesión al interior del Liceo Experimental Artístico de Maipú. Es que de acuerdo a lo detallado en el informe, la menor, de 13 años, le contó a dos de sus compañeros que su papá habría abusado de ella (por medio de tocaciones). 

Este hecho fue advertido por uno de los niños a la profesora K. D. O, quien, ante la gravedad de la acusación, se lo comunicó al inspector del recinto educacional. 

Una vez enterado, la autoridad del liceo convocó al bailarín y, además, conversó con personal de la 25ª Comisaría de Maipú, para que también concurrieran al lugar. Jefferson se hizo presente en el señalado recinto, donde lo esperaban las autoridades del liceo junto a Carabineros.

Allí fue objeto de un intenso interrogatorio, el cual duró cerca de dos horas.Tras prestar su declaración, la institución uniformada determinó llevar a Jefferson, y en calidad de detenido, al cuartel principal de la comuna, hasta la llegada del fiscal de turno de la Fiscalía Centro Norte.

El persecutor judicial se presentó en la unidad policial para recibir la versión de los hechos por parte del ex rostro de ''Mekano''. Luego de ello decidió aplicar para este caso el Artículo 26 del Código Penal, el cual le otorga la libertad al detenido a la espera de la citación judicial.

A su vez, a través de una orden escrita, ordenó a la institución uniformada realizarle rondas periódicas al bailarín, con la finalidad de monitorear su quehacer diario y una eventual cercanía con la supuesta víctima. 

Por otra parte, el fiscal decidió entregar los antecedentes de la investigación a la Brigada de Delitos Sexuales y Menores de la PDI (Brisexme), que comenzaría las pesquisas al día siguiente. 

Así, y en medio de esta grave imputación -que nunca podrá comprobarse por la falta de diligencias y pericias que involucran al fallecido artista-, Jefferson Barbosa, de 40 años, encontró la muerte el pasado viernes 22 de abril.